Cien días. Ese se convirtió en el plazo más relevante del actual Gobierno. En casi tres meses, el presidente Luis Guillermo Solís ha enfrentado críticas por supuesta inacción, pasividad, contradicciones, falta de decisiones concretas y sólidas en temas prometidos en campaña y hasta nombramientos. La primera surgió desde antes que Solís asumiera la Presidencia de la República, luego que se diera a conocer que había negociado ciertas propuestas de ley con legisladores cristianos a cambio de los votos para que el Partido Acción Ciudadana lograra la Presidencia del Congreso.
Desde hace semanas, el mandatario ha dedicado apariciones en público para defender el rumbo de su Administración. Desde una lista que dio a periodistas, hasta una cadena de televisión para dar el crédito de lo que considera logros. La más reciente, en Guanacaste, cuando reiteró compromisos, prometió cambios y desmintió navegar sin destino.
Desde antes del 6 de febrero, es decir poco después de la primera ronda de las elecciones, crhoy.com solicitó al aún candidato y posible Presidente de la República, una entrevista. Se reiteró la solicitud una vez pasada la victoria del 6 de abril, en varias ocasiones. La semana pasada, por fin se conversó durante alrededor de 45 minutos con Solís, en Casa Presidencial.
Finca encharralada, presupuestos gastados
Como punto de partida, el Presidente Solís admitió que el reto que se topó desde Zapote fue de una magnitud más grande, de una circunstancia más compleja, de lo que esperaba. No era que no sabía que iba a bailar con la más fea, sino que ésta era horrible, según palabras de este académico aficionado a las frases populares.
Luis Guillermo Solís asegura que el “encuentro” con la administración fue particularmente espinoso en materia de inversión de los recursos; infraestructura (desde carreteras hasta colegios) y la gestión de problemas sociales. En este último mencionó que se encontró con presupuestos ya utilizados o adelantados en programas como Manos Solidarias y “gestiones deplorables” en casos como el del Fondo Nacional de Becas.
Se sacude – con cierto malestar y rompiendo su tono calmado – de cualquier calificativo de modorra o inacción gubernamental, ya que insiste en que su plan de Gobierno está hecho para cuatro años y que sus obras se verán materializadas conforme avance el tiempo… Por eso en el día 100 rendirá un informe que él ha bautizado “Estado de la Nación”.
Justamente ese es el nombre del Programa Estado de la Nación que tiene 20 años investigando y arrojando datos de los problemas, logros y retos del país. El mismo que el año pasado, cuando se presentó el más reciente informe, los candidatos, incluido Solís, mencionaron tomarían como parámetro. No está de más recordar que el 12 de diciembre de 2013 el propio Solís había asegurado que este país ya tenía suficientes estudios y análisis y que lo que hacía falta era llevar todo a la acción: – “En Costa Rica existen los diagnósticos, los proyectos planteados y los recursos; lo que falta ha sido capacidad y responsabilidad firme en su ejecución (SIC)”.
Ese Informe de Estado de la Nación será precisamente una de las acciones concretas que el mandatario promete tener de aquí a fin del año. Otros tres puntos que indicó son: el Plan Nacional de Desarrollo; el plan de reforma de la Caja Costarricense de Seguro Social y obras de infraestructura (sin detallar cuáles ni cómo).
Tarifas, nombramientos cuestionados y la ausencia de promesas en el Congreso
Por momentos, Luis Guillermo Solís perdió su semblante más afable, pasó de serio a indispuesto y se defendió de cada una de las críticas achacadas en estos tres meses, desde la oposición, analistas o ciudadanos.
En cuanto a los precios de los servicios eléctricos, aseguróq ue no había prometido bajar los precios “YA”, y justificó que puso en marcha un proceso para analizar la manera de generar un sistema sostenible para tener tarifas estables y sin continuas alzas. Aunque este se atrasó.
En nombramientos, negó una vez más posibles contradicciones, ilegalidades o roces con el Código de Ética del PAC por el nombramiento de Melvin Jiménez o Mariano Figueres y aseguró que no hay nepotismo en otros, como el caso de funcionarias relacionadas con el propio Jiménez y con Figueres.
Y justificó no haber enviado en el actual periodo de sesiones extraordinarias proyectos como los derechos de parejas homosexuales y la Fecundación In Vitro porque “este periodo de sesiones es muy corto”, pese a que se comprometió en campaña a dar la lucha por ambos temas.
Abajo puede ver como reaccionó Solís ante cada tema en particular.
El Presidente se defiende de cada cuestionamiento, mientras promete cuatro acciones concretas y de mayor dimensión, en este 2013. Una siendo el ansiado informe, que debe marcar la cancha para lo que viene en los próximos tres años. Verbo amplio y largo flujo de palabras. El país espera de Luis Guillermo Solís, la misma amplitud en la ejecución del cambio prometido.