Equipos de fútbol y moteles deben al Fodesaf e IMAS recursos que programas de bien social esperan

Parte de los fondos del Fodesaf se destinan a los programas de redes de cuido. (Archivo CRH).

Una parte del dinero que se busca recaudar para ayudar a programas de bien social o al sector más vulnerable de la población se queda estancado, víctima de la morosidad, y no llega al Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).

Lo peor es que en algunos casos la deuda de empresas o sociedades anónimas no ve la “luz” y no hay esperanza de que pueda reducirse, sea porque no se logra dar con el deudor, o porque los pagos están congelados en litigios.

En el caso del Fodesaf, de los 160 mil millones de colones a los que asciende la morosidad, sólo el 32 por ciento de esa cifra corresponde a la deuda real, ya que la mayoría de empresas, instituciones o asociaciones que deben cancelar han cerrado sus puertas.

“A la fecha, la estimación de la deuda es de 160 mil millones de colones. Es una morosidad que se calcula que solo un 32 por ciento de esa deuda corresponde a empresas activas. El cálculo se da porque uno nunca sabe si una empresa cerró o no… Muchas veces son deudores de empresas que ya han cerrado, no las sacamos del sistema por si en algún momento esa empresa se reactiva, y la deuda sigue corriendo”, explicó Amparo Pacheco, directora del Fodesaf.

Según Pacheco, rastrear a estos deudores es complejo. “Es muy difícil cuando las empresas cierran seguirles la pista. Es un problema que tenemos todas las instituciones que recibimos recursos de las cuotas que recibe la Caja, porque en el sector privado hay mucha morbilidad de empresas”, comentó.

Equipos de fútbol de primera división figuran entre los 125 mil morosos. La no captación afecta a programas sociales como redes de cuido y al Fondo Nacional de Becas, entre otros.

“Los tres programas más grandes del Fodesaf son las pensiones de la Caja del régimen no contributivo, el bono de vivienda y los programas del IMAS. Adicionalmente financia programas de comedores escolares, asegurados por cuenta del Estado, becas Fonabe, servicios del PANI, Cencinai, del Conapam, Inamu, de la red cuido, el Icoder y del Consejo de Rehabilitación”, detalló la Directora.

De acuerdo con Pacheco, de esos 125 mil deudores, entre 1.200 y 2 mil morosos son los que concentran la mitad del total de la deuda.

El mayor deudor al fondo es la embajada de los Estados Unidos (con ¢2.807.529.421,81 encabeza la lista al 11 de agosto de este año); sin embargo, el tema de cobro a las sedes diplomáticas es complejo, ya que hay diversidad en los criterios.

“Estas representaciones argumentan que no deberían pagar este recargo porque lo consideran un impuesto y que ellas están libres de pagar impuestos en el país. Pero ante una consulta a la Procuraduría sí lo debían pagar por tener costarricenses que trabajan en sus sede. Son posiciones y eso ha provocado que se haya ido acumulando un monto tan grande a través de los años”, comentó Pacheco.

Otras embajadas que están morosas -según criterio de Pacheco-  son la de la República Alemana (¢33.616.309.40), la de Francia (¢5.381.416.52) y Venezuela (¢2.065.713.75), por ejemplo.

Entre los equipos que se “asoman” en esa lista de deudores se encuentra la Asociación Liga Deportiva Alajuelense (¢415.84.582,67), Asociación Deportiva San Carlos (¢174.295.8,23), Asociación Deportiva Club Sport Herediano (¢163.26.13,50), Asociación Club Deportivo Cartaginés (¢8.172.918,99), entre otros.

Pacheco agregó que se inició una campaña para reducir esa alta morosidad. El trabajo para recuperar esos fondos inició con la digitalización y aseguramiento de los expedientes.

Después se realizó una campaña para posicionar la necesidad de tener una certificación del Fodesaf como requisito para contratar con el Estado, y se hizo la implementación de un servicio de consulta digital sobre la morosidad en la página web.

“Efectivamente una de líneas de trabajo permanentes es trabajar por las iniciativas orientadas a la recuperación de las deudas de los patronos morosos. En este momento tenemos contratado un servicio externo de localización y notificación de patronos morosos y tenemos en curso una campaña orientada a educar al patrono, en el sentido de que tenga en conocimiento para qué se usan los recursos del Fodesaf que es el financiamiento de programas sociales”, concluyó.

Pleito con moteles
En el caso del IMAS, sólo los grandes moteleros le aduedan los ¢2.200 millones.

(Archivo CRH).

“El IMAS anualmente debería, si se cumpliera la ley actual, recaudar ¢1.000 millones al año. Sin embargo, por evasión o no pago sólo se están cobrando ¢200 millones; es decir hay ¢800 millones que no le llegan a la institución”, comentó Carlos Alvarado, presidente ejecutivo del IMAS.

Esta morosidad data desde el 2005, y el no pago se debe -en muchos casos- a que los dueños de moteles decidieron hacer un cambio estratégico de nombre, ya que varios pasaron de llamarse moteles a hoteles de paso, en una jugada que les evita el pago del tributo.

El mayor deudor en moteles es el Hotel de Paso Ruta 32, que según un corte del 11 de agosto adeuda ¢222.243.157.64

En el caso de patronos con deuda figura en el primer puesto de morosos el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) con una deuda de ¢228.506.965. Le siguen Agrícola Agromonte S.A. ¢54.176.252; Confecciones Bor Kar S.A. ¢41,158,558.95; el Consejo Nacional de Producción ¢28.667.401.