Oficiales retiraban los cuerpos de los fallecidos en una colisión en el puente sobre el río Virrilla que comunica La Uruca con Heredia. CRH.
En 2012 el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (Mopt) corría para calibrar y poner en funcionamiento varios alcoholímetros que fortalecieran la labor de la Policía de Tránsito. En ese momento el entonces ministro, Pedro Castro, indicó que tendrían a disposición 60 dispositivos que estarían debidamente preparados para cumplir con las funciones que indica la Ley.
Casi dos años después, esa cantidad llega a 66 alcoholímetros en total, que están a disposición en delegaciones de la Policía de Tránsito de todo el país pero la cantidad de vehículos en circulación -según datos del Instituto Nacional de Seguros (INS)- es de 1.183.732. Es decir, para controlar a los conductores y cumplir con lo que exige la Ley de Tránsito existe un alcoholímetro por cada 17.935 vehículos.
“En este tema a mí en lo personal me gusta siempre estar al día. De tal manera de que si hay dispositivos tecnológicos que nos vayan a ayudar los vamos a buscar en conjunto con la administración… Vamos a buscar que cada policía tenga más dispositivos, pero en este momento los alcoholímetros que tenemos resultan necesarios y útiles para los operativos que realizamos”, aseguró Mario Calderón, director de la Policía de Tránsito, al ser consultado sobre el tema.
El alcoholímetro se utiliza para determinar el nivel de alcohol presente en un líquido o gas. Según la Ley de Tránsito vigente, quienes conduzcan con 0.50 y 0.70 gramos de alcohol por cada litro de sangre se exponen a multas severas y Calderón aseguró que están a la espera de adquirir una cantidad importante de nuevos equipos, sin embargo no precisó cuándo se concretará la compra.
“En esto siempre hay un estado de necesidad, como policía siempre vamos a requerir tener más recursos para hacer la atención del ciudadano. Es decir, siempre hacen falta, podríamos pensar que el número que tenemos hoy es bastante suficiente para los operativos que tenemos. No obstante, siempre queremos tener más para desarrollarlos en otros lugares”, recalcó el funcionario.
Sobre pruebas de alcoholemia
Alcoholímetro (Imagen con fines ilustrativos. EFE).
En mayo algunos anterior, un grupo de microbiólogos consideró que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no debía asumir la realización de alcoholemias. Por ello, interpusieron una denuncia ante el Tribunal Contencioso Administrativo, porque bajo su criterio al Mopt ya se le había vencido el plazo de 18 meses que otorgaba el Transitorio 10 de la nueva Ley de Tránsito y que determinaba la obligatoriedad de contar con laboratorios propios.
Consultado al respecto, Calderón dijo que “tenemos una buena relación con el Ministerio de Salud y estamos buscando retomar todas las buenas prácticas que sean necesarias para que los administradores de la justicia tengan un buen criterio para tomar sus decisiones oportunas”.
La pasada administración del Mopt buscaba contratar servicios privados para que se realizaran las alcoholemias de los casos atendidos. Eso debía pasar por el tamiz de la Contraloría General de la República (CGR) para que se aprobara un procedimiento de contratación directa.
‘Top’ de carreteras con más sucesos de alcohol
Imagen con fines ilustrativos. Cortesía/Archivo
Calderón dijo que la problemática del alcohol es un asunto cultural y lamentó que muchos jóvenes estén involucrándose en incidentes que dejan un saldo mortal.
Mencionó que entre las vías que más dan problemas por conductores que usan alcohol son la autopista Bernardo Soto, la General Cañas, la vía San José-Caldera, la ruta San José-Limón, la Costanera Sur y la ruta 35 que se extiende desde Muelle de San Carlos hasta Palmares.
“Es una cuestión cultural, de responsabilidad a la hora de conducir”, finalizó el funcionario.