El aborto y la homosexualidad sigue siendo temas que acaloran cualquier discusión sobre la mesa de los costarricenses. Al menos una reciente encuesta realizada por la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional (UNA) deja entrever que las posiciones en cuanto a estos temas siguen divididas.
De las 447 personas entrevistadas, en dos grupos focales, un 51.8% dijo que estaba a favor del aborto si la mujer embarazada estuviera en riesgo de morir al momento de dar a luz. No obstante, un 73.5% aseguró no estar de acuerdo si obedecía a una decisión voluntaria de la mujer. Igualmente, un 73.3% expresó no apoyar el aborto, si se trata de una mujer mayor de edad que fue violada. Es decir, según los datos, los costarricenses consideran que aún y cuando la concepción haya sido forzada, la mujer debe aceptarla. De acuerdo con la investigadora de la Universidad Nacional, llama la atención que las mujeres sean quienes siguen presentando posiciones más conservadoras con respecto a este tema.
“Las mujeres son más practicantes de la religión en todas las opciones en que se presenta esta posibilidad. Me parece muy significativo que no sean las mujeres las que presenten una opinión más favorable a nivel de afiliación y tenemos que son los católicos no practicantes los que se encuentran con una posición más favorable a estas causales, como el aborto terapéutico por ejemplo”, indicó Laura Fuentes Belgrave, quien lideró la investigación.
Fuentes confesó que esperaban resultados más conservadores. Pese a que en las causales de aborto terapéutico las opiniones estuvieran divididas.
“Para Costa Rica, por lo que se nos ha dicho, me parece que más bien implica un cambio en la actitud. Por ejemplo, en el caso de si es una decisión voluntaria por el motivo que ella decida (abortar) tenemos un 26% a favor, eso es bastante alto para un país tan conservador como este”, dispuso la investigadora.
Para la investigadora los porcentajes son ‘bastante altos’, considerando un país que vive en un Estado Confesional, con población mayoritariamente católica y bajo una fuerte influencia de estos grupos.
¿Cómo se hizo la encuesta?
También se aplicó una encuesta telefónica a 400 personas, mayores de 18 años, del 16 al 31 de octubre del año pasado.
Tiene un nivel del confianza 95% con un margen de error de 5%
Fuente: UNA
“No hay una sola línea de pensamiento”
Montserrat Sagot, investigadora y especialista en sociología del género de la Universidad de Costa Rica (UCR), afirmó que en el país la división de pensamiento con respecto al tema del aborto es notable, y eso es lo que se ve reflejado en los análisis que se desprenden de la encuesta.
“Ni hay unos solos valores que cobijan a la población, ni hay una sola creencia que es generalizada. Realmente tenemos a una sociedad muy dividida en esos temas y no hay una línea común de pensamiento”, describió Sagot.
Para la especialista, las divisiones de la sociedad costarricense están muy marcadas y plasmadas por características de pertenencia a la zona urbana o rural, o dependiendo del nivel educativo de cada quien.
“No hay consenso en la sociedad costarricense, que algunos organismos religiosos traten de decir que las creencias o valores costarricenses son de cierto tipo, eso no es cierto. Las divisiones tan marcadas nos dicen que no hay un solo grupo de valores y creencias en esta sociedad. La gente tiene creencias y valores diferenciados”, recalcó la investigadora.
Casos polémicos
El año pasado surgieron dos casos en los cuales dos mujeres, identificadas como ‘Aurora’ y ‘Ana’, demandaron el Estado por incumplimiento de la Ley al impedirles realizar el aborto terapéutico. Incluso, ‘Aurora’, acudió a la Sala Constitucional previamente tras una negativa recibida en el Hospital Calderón Guardia.
A finales de diciembre de 2012, el bebé que ‘Aurora’ llevaba en su vientre, con malformaciones congénitas, murió a las 29 semanas de embarazo. Esta situación motivó la denuncia que se hizo efectiva en agosto del año pasado.
Ticos sugieren “consejos” contra el homosexualismo
La encuesta determinó que un 36.5% de los encuestados consideró que se debía aconsejar y apoyar a las personas de sexualidad diversa para que ‘dejen’ el homosexualismo. Esa fue la respuesta que se le dio a la consulta de si las iglesias deberían involucrarse en la vida sexual de las personas.
“Me parece muy llamativo, en materia de discriminación, que apenas haya un 1.3% que piensa que las iglesias deben condenar a estas personas y sus prácticas sexuales. Si se piensa bien, este es el discurso de la mayoría de los líderes desde sus púlpitos. Ahí nos damos cuenta que este discurso, más represivo, no está teniendo tanto eco”, explicó Fuentes.
Sin embargo, un 34% apoyó el hecho de que las iglesias eduquen a los creyentes en temas relacionados con diversidad sexual, en este aspecto coincidieron personas de todas las denominaciones religiosas consultadas.
“Los católicos son mayoría y hay más católicos, pero de forma general sí están todas las afiliaciones ahí.
En el caso de los 36.5% que creen que las iglesias deben apoyar a las personas para que dejen el homosexualismo, la mayoría son creyentes practicantes de diferentes denominaciones”, concluyó la investigadora.