Jackson Rivera, de 10 años, fue arrastrado por una corriente de agua mientras disfrutaba las vacaciones y se bañaba en el río Sarapiquí. Esto sucedió el 1° de enero de este año y se convirtió en el primer incidente de este tipo en 2014.
Al estar en época de vacaciones muchos viajan a playas o ríos, por lo que autoridades de emergencia y expertos en el tema le piden tener mayor preocupación si visitará estos sitios. Las familias deben verificar las condiciones previas de las afluentes de agua o informarse con vecinos de la localidad es fundamental.
“Hay que estar pendientes del río, del nivel del agua, de su color o de si está transportando basura. Cuando las personas van a disfrutar de un paseo tienen que tener el cuidado de estar atento a esos indicadores, incluso ver si está lloviendo en las zonas montañosas de donde proviene el río”, explicó Jim Batres, subdirector de Operaciones de la Cruz Roja Costarricense.
Batres llamó la atención sobre los populares “clavados” sobre todo en los ríos, ya que en muchas ocasiones no se tienen contemplados los niveles de agua que presentan.
“Es importante observar si el río tiene demasiados escombros, con lo cuales las personas se puedan lesionar. Hay mucha gente que cuando van llegando al río sale en carrera para clavarse directo en la poza, sin haber medido su profundidad que es lo más importante”.
Sobre oleaje y mareas en playa
Omar Lizano, oceanógrafo del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) de la Universidad de Costa Rica (UCR), explicó que para estos días el mar en la región caribeña presenta condiciones de peligrosidad, mientras en el Pacífico el oleaje estaría bajo.
“El mar en el caribe estará picado y con vientos fuertes. Por su parte, en el Pacífico las condiciones serían de oleaje bajo, algunas marejadas de fondo que son peligrosas para los bañistas, no de gran altura pero sí de tener cuidado. Es vital mantener la precaución en todas las playas del Pacífico abierto”, dispuso Lizano.
Algunas características que podrían colaborar con los bañistas para evitar tragedias son las crestas blancas que se observan en las profundidades del mar y la identificación de las conocidas “corrientes de resaca”, las cuales se presentan en las mareas bajas y son las que generan una sensación de “jaleo”.
“Cuando uno sienta ese jaleo es mejor salir del mar, porque significa que se están generando corrientes de resaca, hay que tener cuidado con eso. En las mareas bajas las corrientes de resaca se intensifican un poco, si siente que algo lo está jalando es mejor salirse”, determinó Lizano.
Según los datos de la Cruz Roja, el caso vivido por Rivera es el primero que se reportó en las primeras horas de este año y es el único que se tenía registrado hasta la tarde del 2 de enero.
Reportes de esa institución mostraron que durante el pasado mes de diciembre se debieron atender un total 10 casos de muertes violentas por accidentes acuáticos.
