El 2013 tuvo condiciones económicas similares a las del año previo, en cuanto a los principales indicadores. Pero al perforar la superficie, se revela que hay un resquebrajamiento de la economía. Es la conclusión del XX Informe Estado de la Nación, en esta materia.
El estudio sostiene que se combinó la evolución negativa en la estabilidad y la solvencia económica con malos resultados en el mercado laboral así como una nueva desaceleración de la economía; mayores presiones en la inflación y una pérdida competitividad.
La investigadora Pamela Jiménez, mencionó que el periodo es un punto de inflexión, de cambio, en el cual las políticas económicas establecidas tras la crisis del 2009 no logran generar un desarrollo económico incluyente.
Jiménez, encargada del capítulo, Oportunidades, estabilidad y solvencia económica insistió que se generan por problemas estructurales del país y no por condiciones de un momento.
Problemas que siguen, amenazas latentes

- Tasa de crecimiento de la producción de bienes y servicios fue la más baja en los últimos cuatro años
- Sector externo pierde dinamismo, con proyecciones modestas e insuficientes
- Mercado laboral castiga a los ocupados poco calificados y premia a los más calificados, amplía desigualdad
- Finanzas del Gobierno Central deterioradas
- Alta inflexibilidad en el Presupuesto Nacional que restringe inversión pública
- Tipo de cambio “fijo” permaneció anclado al límite inferior de la banda, durante el 2013
- A inicios del 2014, se dio una depreciación del colón que, junto a los incrementos en tasas de interés internacionales y presiones inflacionarias, amenaza el compromiso del Banco Central de contener la inflación
Déficit fiscal ahoga
En el 2013, el déficit fiscal fue uno de los más altos en los últimos 12 años, con la gravedad de que es una situación estructural. En el 2002 fue de 4,3%, con la mayor parte correspondiente al pago de intereses.
El año pasado, del 5,4%, menos de la mitad correspondió al pago de intereses. Más de la mitad, 2,8%, fue déficit primario, es decir un desbalance de ingresos menos gastos. La mayor parte se debe a gasto en salarios y transferencias, lo que implica una transformación en el sistema de pagos.
La investigadora Pamela Jiménez mencionó que tras el 2009 se dio una política fiscal expansiva, con un aumento en el gasto recurrente. Esto ata de manos al Gobierno, ya que el 95% del gasto presupuestado es inflexible.
La economista comentó que si no hay reformas fiscales, Hacienda prevé un déficit del 8% para el 2019, que corresponde no a inversión, sino pagos de salarios
Diferencias entre trabajadores de distintas economías
Otro problema estructural se presenta en el mercado laboral, por la brecha entre el ingreso real de las personas ocupadas, según el tipo de economía en el cual se desempeñan. Este análisis lo realiza el Estado de la Nación, desde hace varios informes.
Está la vieja economía, con grupos de media y baja calificación educativa que trabajan en sectores tradicionales, como el agrícola o la exportación de productos tradicionales.
La nueva economía consiste de sectores más dinámicos, como las zonas francas. Finalmente los servicios de apoyo corresponden a ocupados en el sector de comercio o Gobierno.
El grupo de la vieja economía sufre la principal brecha en sus ingresos, con respecto al resto. En el 2013 fue de ¢105.000 con la nueva y más de ¢200.000 con servicios de apoyo. Jiménez resaltó que el tipo de educación que demanda cada sector, dificulta una movilización de las personas.