Pese a que las estadísticas evidencian que el acceso a Internet ha ido en aumento para los hogares costarricenses, los que están en zonas rurales tienen más dificultad (técnica o económica) para adquirir el servicio.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares 2013-2014, el 39% de los hogares de las zonas rurales tiene una conexión a Internet fijo, mientras que en las zonas urbanas la penetración es de un 60%. Durante el 2013, el acceso fue de 33% y 53%, respectivamente.
La brecha también se evidencia cuando se analiza desde la perspectiva regional. La región Chorotega es la menos favorecida con un 39% de penetración, y en la región central es del 61%.
El año pasado, este mismo estudio evidenció que el acceso a Internet (fijo e inalámbrico) sigue siendo un lujo, pues solo el 48% de los hogares con ingresos inferiores ¢550 mil tenían una conexión.
¿Por qué la brecha? De acuerdo con expertos, se trata de un alcance de la infraestructura y evidentemente un tema económico. Se estima que para acceder a los servicios de telecomunicaciones, una familia debe destinar al menos 40 mil colones.
Cuando se trata de contar con una conexión de al menos 2 Mbps en la casa, se debe disponer de unos 10 mil colones por mes, según los precios del mercado.
Más infraestructura y oportunidades
Fabio Masís, director de Cámara de Infocomunicación y Tecnología (Infocom) es de los que considera que para ir cerrando esa brecha se debe apostar a la infraestructura.
En ese sentido, criticó la debilidad del estado para garantizar a los operadores invertir en ciertos cantones donde las municipalidades dificultan la instalación de torres, una de las mayores trabas para invertir, según el director.
Así como existen programas para la inclusión a la educación y para los hogares en condición de pobreza, el país goza del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) para cerrar esa brecha en el acceso a banda ancha, pero que todavía no ha mostrado resultados contundentes.
Hasta el momento, este Fondo se ha destinado a la construcción de infraestructura en zonas donde los operadores no hayan rentable invertir, pero no se han realizado esfuerzos por subsidiar a las familias para que se conecten a Internet.
Además, los proyectos no garantizan el acceso a Internet a todas las familias, pues aunque los servicios están disponibles no todos los pueden costear.
Y es en ese punto que el experto en telecomunicaciones Juan Manual Delgado enfatiza que es necesario que Fonatel empiece a subsidiar el servicio para las familias más necesitadas.
De acuerdo con Humberto Pineda, director de Fonatel se espera que el próximo año, el Fondo se utilice para pagar un monto de la factura de esas familias con un presupuesto que ronda los $50 mil millones.
Plan Nacional de Desarrollo de Telecomunicaciones
Por otro lado, los dos señalaron la necesidad de concluir e implementar con el Plan Nacional de Desarrollo de Telecomunicaciones (PNDT).
Este Plan es el que definiría la política pública en materia de acceso a tecnologías digitales.
Sin embargo, el documento aun no ha sido presentado y su borrador tampoco lo conocen los operadores, que consideran necesario ser incluidos por ser parte del proceso.
Este medio solicitó al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) un criterio sobre la Encuesta y el PNDT, sin embargo al cierre de esta nota, la institución no había respondido.
Una brecha no tan amplia se evidencia en la penetración de telefonía celular. Un 93% lo tienen en las zonas urbanas y en las rurales un 93%.
La Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) presume de la penetración celular en el país que supera la cantidad de habitantes.