¿Trata de personas? ¿Tráfico de órganos? ¿Fugas por amor, por violencia en la casa? … ¿Venganzas?
Las causas pueden ser múltiples, pero ninguna de ellas se confirma ni se descarta. Lo cierto es que los menores en el país se pueden perder, desaparecer sin dejar rastro…
La desaparición de Yerelin Guzmán, en julio anterior, es tal vez el caso que más persiste en la memoria de los costarricenses… Y mientras sus familiares siguen esperando una señal de su paradero, esa incertidumbre se vive también en otras 22 familias del país.
Muchachas engrosan los números
Entre el 01 de enero y 30 de setiembre, este 2014, se reportaron 178 menores desaparecidos en las diferentes dependencias del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en las siete provincias.
De ellos, 155 volvieron a sus casas pero la ubicación de 23 menores más, en su mayoría mujeres, es un misterio.
Sólo una niña entre los cero y los cinco años, quien podría ser Yerelin, se encuentra entre las desaparecidas. Otras 10 jóvenes tienen entre 11 y 15 años y siete más, tienen entre 16 y 17 años.
El OIJ sabe, según lo informaron los mismos familiares y consta en las denuncias, que ocho de las menores se fugaron de sus casas por su propia voluntad, aún así se desconoce dónde están.
Las estadísticas indican que mientras hay 18 mujeres en esa condición, hay cinco varones reportados como desaparecidos.
“El motivo de la desaparición, lo que detalla es lo determinado en la preliminar investigación o lo que suministra la familia o responsable, de las 23 denuncias, ocho personas han sido por “fuga de hogar” y de éstas todas son femeninas. La variable “no determinada” en los desaparecidos se refiere a los casos, en que no especifican los motivos de la desaparición, ni los familiares amplían más detalles”, amplió Juan Carlos Quesada, analista criminal del Organismo.
Alajuela a la cabeza
Por provincia, Alajuela es donde se concentra la mayoría de las desapariciones. Ahí se llevan siete denuncias de menores de edad, de quienes sus familiares no volvieron a saber nada.
En San José y Cartago se reportan cinco menores desaparecidos, en Puntarenas el OIJ reporta cuatro más y en Heredia dos.
En Limón se reportaron este año, 18 menores de edad perdidos y en Guanacaste otros 15, pero todos aparecieron.
“Panchito”, Jéssica y más… los años pasan y de ellos no hay rastro.
Una venganza por haber terminado la relación motivó a Ronald Alvarado Sandino, a esperar afuera de la escuela a su hijastro Francisco “Panchito” Sánchez, decirle que irían a una fiesta en Nicaragua. Así lo apartó hace 13 años de su madre, Ángela Salazar Postome quien al día de hoy sigue añorando su regreso.
A inicios de noviembre, la noticia de que un joven postrado en una cama de hospital en el país vecino, sería su hijo perdido, movió a la madre hasta Jinotepe. Al joven se practicaron las pruebas de ADN correspondientes que dieron negativas, pero Ángela luchará para que las mismas se repitan.
Jéssica Valverde de cinco años, jugaba afuera de su casa en febrero de 2002, cuando le dijo a su madre que iba a la pulpería por un boli. Llegó al abastecedor pero ni entró, ni volvió a su casa.
Jéssica tendría unos 17 años, su fotografía cuelga en la página “Desaparecidos Costa Rica” junto a otras de niños costarricenses, ya hoy, muchos de ellos mayores de edad a quienes sus familias siguen buscando.
Figuran como desaparecidos



