El Parque Nacional Volcán Poás es vulnerado por una entrada clandestina. Tomada del perfil en Facebook de ese parque nacional
Desafiando la imponente naturaleza costarricense hay quienes de manera inescrupulosa están ofreciendo visitas turísticas a parques nacionales por entradas clandestinas, consideradas como riesgosas por las autoridades del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
Ese es el caso del Parque Nacional Volcán Poás, donde se tienen casos en los que grupos de personas aprovechan un acceso privado y clandestino por el sector de Toro Amarillo para ingresar turistas. Según explicó Juan Dobles, guardaparque de la zona, se trata de un punto ubicado a unos kilómetros del volcán y que para recorrerlo a pie se tardan unas cuatro horas.
“El volcán está activo, hay mucha desgasificación y eso puede ser nocivo para la salud. Se pide a las personas que no ingresen por estas vías. El terreno es muy escabroso”, advirtió Dobles, quien asegura que en muchos casos estas personas buscan llegar hasta la cumbre del volcán.
Dobles señaló que esto se dispara en épocas de alta visitación, como vacaciones o fin de año. Los sospechosos de este tipo de actividad se aprovechan de un punto de acceso que utiliza fincas privadas aledañas al parque. Quienes son sorprendidos ingresando por ahí son expulsados del parque y se exponen a eventuales problemas legales, ya que estarían cobrando por los recorridos. Así lo han identificado las autoridades en recientes oportunidades, aunque que quejan del poco personal para enfrentar la problemática.
“Las incursiones se hacen por motivos recreativos, como caminatas. En el caso de la zona de Toro Amarillo, que es un ingreso ilegal al parque nacional, eventualmente se encuentran grupos y se obliga el desarrollo de operativos para controlar la situación”, puntualizó Rafael Gutiérrez, director del Área de Conservación Cordillera Volcánica Central (ACCVC).
El funcionario reconoció que esto también es usual en el Parque Nacional Braulio Carrillo. En el caso del volcán Poás, en temporada alta unos 2 mil visitantes llegan cada día, ellos reiteran la peligrosidad de hacer estos recorridos.
“Los funcionarios acuden a los tribunales para hacer las denuncias, pero es una práctica muy recurrente en las áreas de protección del país… Hay grupos inescrupulosos, que con el fin de no comprar la entrada oficial o lucrar, venden los recorridos a través de internet”, aseguró Gutiérrez.
Cambio en operación
Para evitar ser identificados por las autoridades, estas personas cambian la información que ofrecen por internet o redes sociales. “No necesariamente siempre es la misma y se ponen números de teléfono que se están cambiando, eso genera un problema”.
Gutiérrez insistió en que en el tema del Parque Nacional Volcán Poás es ‘delicado’, ya que el coloso está activo y existe un mecanismo de evacuación, exclusivo por el área oficial de ingreso y salida.
“Cuando hay reincidencia se han podido sentar responsabilidades. En una primera fase, si no hay animales muertos o cosas así lo que se hace es sacar a las personas de los parques. Si existen casos, es diferente y se notifica a la Fiscalía para buscar mecanismos de penalización”, aclaró el funcionario.
Se consultó en el caso del volcán Turrialba, pero los guardaparques indicaron que de momento no han identificado hechos como los previamente expuestos.