Entre el sábado y este lunes, dos vídeos grabados por colegiales y subidos a redes sociales, dejan en lcaro la violencia que se vive en los centros educativos.
Más allá de la violencia, también denota la falta de apoyo a la persona agredida y la instigación por parte de otros menores que incitan a la violencia y graban los enfrentamientos para después hacerlos públicos.
Sin embargo, el Ministerio de Educación Pública (MEP) señala que son más los casos que se atienden a tiempo y que se previenen antes de que se vivan situaciones lamentables como las que llegan a evidenciarse en los videos.
Datos del MEP indican que durante el 2014 se reportaron 19 casos más de bullying, respecto al año 2013. En total, se atendieron 229 casos y las autoridades del Ministerio atribuyen ese aumento a que ahora los estudiantes se atreven más a denunciar.
Pero lo cierto es que la problemática es tal, que incluso en la Asamblea Legislativa avanza una iniciativa de ley contra el matonismo; la misma es apoyada por la Comisión de Juventud, Niñez y Adolescencia y establece una serie de lineamientos que tendrán que cumplir los educadores y directores de escuelas y colegios para evitar que los estudiantes sufran de este tipo de agresiones que, según una especialista, reflejan la violencia que se vive en los hogares.
Un reflejo de lo vivido en casa
De acuerdo con la psicóloga y psicopedagoga Adriana Rojas, el problema debe abordarse desde la perspectiva de la prevención más que de la represión, además, no solamente deben buscarse los castigos para quienes protagonicen los enfrentamientos, sino también para aquellos que los inciten.
“Muchos de estos jóvenes que son líderes negativos o que tienen conductas agresivas contra los ‘indefensos’ o que quieren imponer su liderazgo, lo hacen de esta manera (…) muchas veces se solapan en estas acciones, por lo que viven ellos mismos en sus viviendas; que son abandonados, no les prestan atención, tienen problemas económicos o de violencia en sus hogares”, explicó la psicóloga.
La psicóloga explicó que al pertenecer a hogares disfuncionales, los valores de estos jóvenes no están muy arraigados, por lo que las actuaciones de los protagonistas muchas veces son impulsivas.
Muchos casos no salen a la luz
Por su parte, Osvaldo Alvarado, director de Orientación Nacional indicó que estas situaciones que se evidencian en los videos son una minoría, en comparación con todos los casos que se logran prevenir gracias a la atención que se les da a los estudiantes en los centros educativos.
Indicó que la violencia viene generándose desde hace tiempo y que no es algo que aflore de la noche a la mañana. Más aún, señaló que la familia es partícipe, “se debe tener claro que es una situación donde todos estamos inmersos. La solución al problema es una participación absolutamente de todos, es muy importante el debate de ideas, de cómo afrontar un desacuerdo utilizando modelos distintos a la agresión”, dijo Alvarado.
Agregó que desde el MEP se trabaja con un estilo de comunicación abierta, que permita expresar los sentimientos y emociones del estudiante. De acuerdo con Valverde, el bullying se debe atender desde las etapas iniciales.
“Se trabaja a nivel institucional para que en etapas tempranas se pueda incluso sentarse a hablar con las partes para que exterioricen lo que no les gusta, lo que les molesta, el diálogo es la primera herramienta para sobrellevar el asunto”, dijo Alvarado.
Agregó que cada intervención es muy particular y cada una ocupa de un modelo a seguir y las etapas a plantear de acuerdo con la tolerancia de los estudiantes.