La incertidumbre en torno a la actividad del volcán Turrialba provoca que los productores agropecuarios de las zonas cercanas al coloso tengan que asumir una serie de cambios en procura de garantizar su labor.
Así lo dispone el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), ante las dudas sobre el período en el que el volcán seguirá emanando gases y ceniza.
Por ejemplo, en el cantón de Alvarado, la raíz del pasto se quemó producto de la lluvia ácida y esta semana se comenzó con la distribución de pacas, miel y melaza en los productores de ese cantón cartaginés.
“Hay que tener presente que estamos en alerta amarilla, algunos productores cuando nos hemos reunido con ellos para hablar sobre los protocolos, nos preguntan que qué van a hacer en el caso de que se tenga que movilizar ganado ya, en este momento (…) Les decimos que al estar en alerta amarilla este es el momento para hacer modificaciones en su sistema de producción y adaptarse a esta situación: a una caída permanente de ceniza”, mencionó Allan Sánchez, director regional de Senasa.
Sánchez dijo que los cambios deben enfocarse en la carga animal de las fincas ya que hay algunas con 4.4 animales por hectárea, cuando lo normal es 1.5. Además, es necesario que comiencen a instalar invernaderos y ser más rigurosos con el control de la brucelosis.
“Esta alerta amarilla puede demorar años de años y nunca ser necesaria una movilización en masa (de animales), cuando el único momento en que haremos una despoblación de este tipo es con una alerta roja”, puntualizó el funcionario.
En el primer anillo de los tres kilómetros, la cantidad de animales asciende a 200 animales, en el segundo y tercero, en un radio de siete a 10 kilómetros del cráter del volcán, hay 6 mil animales.
“También tienen que empezar a sembrar pasto de corta y tener esa opción para alimentar su ganado. El otro factor importantísimo es la vigilancia epidemiológica de brucelosis y tuberculosis, por ejemplo en Alvarado estamos trabajando para tener un certificado libre de hato para brucelosis o tuberculosis y en este momento tenemos 2.000 animales que están pendientes de sangrar”, subrayó Sánchez.
Sí hay pérdidas
Senasa reportó que algunos pequeños productores alquilan sus fincas y es vital que reconozcan que el Estado no es el único responsable de salvaguardar los animales. “Sabemos que hay pérdidas en la producción y estamos tratando de ayudarlos, pero tienen esa cuota de responsabilidad y deben hacer ajustes que les permitan mantenerse bien”, indicó Sánchez.
Los fondos de ayuda se han coordinado con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y la colaboración en estos días se centrará en 630 animales de 30 fincas.
Orlando Luna, guardaparque del Parque Nacional Volcán Turrialba y quien permanentemente está ubicado en la localidad de La Central, a pocos kilómetros del coloso, dijo que hay cultivos cerca de papa. Pero, la actividad más reciente no ha tenido mayor impacto en esa zona y en sitios como El Tapojo, La Fuente o Las Virtudes.
Este jueves, el volcán registró una nueva emanación de ceniza, la cual fue caracterizada como la más importante en los últimos días y provocó el cierre del Aeropuerto Juan Santamaría.