Entre los 12 y 15 años, calcula el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (Iafa) que es la edad promedio en la que los jóvenes costarricenses se inician en la bebida.
Aunque los gustos son variados, generalmente la cerveza, el vino y el rompope casero son las primeras bebidas que prueban. Así empiezan a adentrarse en el vicio.
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José Valverde médico del Centro de Menores del Iafa explicó que esto se da por la facilidad y aceptación que tienen estas bebidas a nivel social.
“Cuando uno entrevista a los jóvenes acá, ellos mencionan muchos refrescos que prácticamente se venden por la libre en los supermercados. Son bebidas que tal vez el Ministerio de Salud no tiene como alcohólicas o restringidas porque muchas veces en los establecimientos no los tienen en el área de licor”, dijo Valverde.
Explicó que en las casas se inician con tragos de cerveza o rompope que “ligan” con más licor para conseguir mayor efecto.
“A veces usando ron o vino porque están acostumbrados a que el papá tome durante los fines de semana, o a que en una fiesta les permitan una ‘cervecita’ o un trago. Así les entra la curiosidad y empiezan a probar”, dijo Valverde.
“Mejor que tome en la casa”
El doctor explicó que la creencia de algunos padres de que es mejor que los jóvenes prueben en la casa, en su presencia antes de que tomen en la calle, es errónea.
“Les estamos abriendo la puerta, autorizándolos para que tomen. Eso puede generar un inicio, porque el alcoholismo es una enfermedad y si el muchacho tiene una predisposición, eso alimentaría la predisposición para que el joven inicie en el consumo de licor”, advirtió Valverde.
Datos del Iafa revelan que durante el 2014, cerca de 120 jóvenes ingresaban a los centros de desintoxicación cada mes. El promedio de edad de las personas atendidas se encuentra entre los 12 y los 17 años.