




Debido a la anencefalia, Jaxon Buell nació sin varias partes de su cerebro y de su cráneo. Los médicos no le daban ni 2 semanas, pero ya cumplió un año.
No sorprende que le llamen “strong” (fuerte en inglés) y que su historia esté causando furor en Facebook, donde ha logrado reunir a más de 92 mil seguidores.
“Después de que nos realizaran la segunda ecografía, a las 17 semanas, supimos que algo no marchaba bien. El médico giró la cabeza rápidamente y se marchó”, explica Brandon, padre del niño, en declaraciones al diario británico Daily Mail.
Al día siguiente, se les informó que su hijo padecía una extraña malformación llamada anencefalia (la cual padece uno de cada 4.859 pequeños en EE.UU.). En este padecimiento, la parte superior del tubo neuronal no logra cerrarse y provoca que al afectado le falten determinadas partes del cerebro y del cráneo.
Los médicos aconsejaron a la pareja que tomaran la decisión de abortar, pues afirmaban que no había ninguna posibilidad de que el niño lograra sobrevivir al embarazo y, posteriormente, al parto.
Contra todo pronóstico, la pareja decidió esperar y el 27 de agosto de 2014, su esperanza se vio recompensada cuando su bebé nació vivo a través de cesárea y con un peso de más de 1 kilo con 700 gramos.
Jaxon pasó 3 semanas conectado a una incubadora en el hospital. Todavía no estaba claro si sobreviviría o no. Tras un año de vida, los padres del niño aseguran no tener paz pues temen cada día que ese será el último día de vida de su pequeño.
Los amigos de esta familia abrieron una página de donaciones a través de Facebook para ayudar a los padres a financiar los altos costos médicos de tratamiento que permiten a Jaxon desafiar a la muerte cada día.