Las protestas y manifestaciones con destino a la Casa Presidencial, en Zapote, podrían ser más recurrentes a partir de los próximos meses.
¿Por qué?. Resulta que expertos en materia política, han identificado que en el país en los últimos cinco gobiernos, entre el mes número 18 y 26 de cada administración (entre el año y medio y dos años de gestión) las aguas se encrespan y aumenta la tensión en las calles.
Los expertos han identificado además, que estos movimientos, están precedidos por un aumento de la desaprobación de la ciudadanía a la gestión del Presidente de la República de turno y de su administración.
Las manifestaciones populares en el país podrían aumentar con el paso de los próximos meses, estiman politólogos (Archivo / CRH).
Así las cosas, el gobierno de Luis Guillermo Solís, está a las puertas de un invierno de descontento popular, que podría darle algunos dolores de cabeza al mandatario, por más que él diga que “se siente contento” con que el país sea crítico del gobierno.
Hay que tomar en cuenta que en septiembre tres encuestas confirmaron que Solís y su gobierno atraviesan por un período de alta desaprobación. Las firmas encuestadoras CID- Gallup, Borge y Asociados y el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), de la Universidad de Costa Rica, así lo confirmaron a finales de septiembre, en el mes 16 de Solís en el poder.
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Los expertos también subrayan que en esta administración hay un nuevo elemento a tomar en cuenta: los costarricenses ya no se tiran a protestar a las calles atendiendo nada más al llamado de un sindicato u organización, lo hacen por iniciativa popular, como fue el caso de la marcha contra la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) el pasado fin de semana, donde fueron ciudadanos mediante las redes sociales los que convocaron a un nutrido grupo de 3 mil personas a protestar contra la empresa estatal.
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Para el politólogo Francisco Barahona, esta tendencia no está escrita en piedra, pero aseguró que si el gobierno de Solís no toma medidas que reviertan el descontento de la población su administración correrá con la misma suerte que las anteriores.
Aseguró que el gobierno debe de enfocarse en identificar las causas del descontento, que a su parecer radican en promesas de campaña incumplidas, al alto costo de la vida, crecimiento del desempleo y a la insatisfacción en la prestación de servicios públicos.
Desencanto popular en aumento
El IXX informe del Estado de la Nación de 2013, respalda la hipótesis de los analistas.
En el estudio se señala que de 1994 al 2011 en el país se reportaban en promedio 32 protestas mensuales, pero tras el primer año de gestión de Laura Chinchilla, en junio de 2011, los sectores se lanzaron a las calles con un promedio de 68 “acciones colectivas” por mes, como se nombran por parte de los investigadores de este programa.
Para el analista Carlos Carranza, esto es muestra de un mayor descontento, al que el gobierno de Solís no debe soltarle el pulso.