Las redes sociales son el espejo de la situación que se vive en los centros educativos cuando se habla de violencia juvenil, pero también los últimos sucesos evidencian la seducción a la que se someten los muchachos para cometer cualquier tipo de delito.
Los estudiantes varones en general tienen más probabilidad que las estudiantes de involucrarse en comportamientos violentos, ser objeto de agresiones y participar en peleas físicas.
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Este es el resultado del análisis hecho por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que destacó que la intimidación, por otro lado, no tiene especificidad por sexo. Estos comportamientos están influidos significativamente por el consumo de alcohol, la relación padres- hijo y el apoyo social de los amigos.
De acuerdo con la OPS, la violencia interpersonal es un importante problema de salud y la principal causa de muerte de adolescentes y adultos jóvenes.
Según el ministro de Seguridad, Gustavo Mata, esta información es de considerar, pero recalca que Costa Rica “ha logrado un descenso importante en la violencia juvenil”.
Para Mata, la apuesta a la prevención es y deberá seguir siendo el norte de las políticas públicas entorno a los jóvenes.
Jóvenes seducidos por el crimen
El jerarca reconoció que en los últimos sucesos, se ha observado una participación más activa de esta población en diferentes delitos, “no obstante los trabajos preventivos han dado grandes resultados en la prevención de la violencia juvenil. Datos del Poder Judicial señalan lo que apunto, por supuesto coincido en que cada vez se trata de seducir más a los jóvenes para infiltrarse en actos criminales. El dato es incuestionable,” recalcó.
Por su parte la encargada del departamento de convivencia estudiantil del Ministerio de Educación Pública, Lilliana Rojas, explicó que para la entidad es de suma importancia trabajar en la prevención de diversas situaciones de violencia y de esta manera se busca mantener a los estudiantes en las aulas.
Los datos de la Encuesta Mundial de Salud Escolar muestran que la prevalencia de haber sido objeto de alguna agresión física en los 12 meses precedentes a la encuesta oscilaba entre aproximadamente un 20 % entre varones y un 17 % entre mujeres en Centroamérica.
La prevalencia de participación en peleas físicas oscilaba en un 35 % entre varones y un 17% entre mujeres.
Tanto para Mata como para Rojas, es fundamental que los padres o encargados de familia mantengan una vigilancia de las actividades en las que sus hijos se vinculan.
Al igual que la OPS, las estrategias que pueden ayudar a prevenir la violencia juvenil interpersonal comprenden el fomento de relaciones seguras, estables y propicias entre los niños y sus padres y cuidadores; el cultivo de aptitudes para la vida en los niños y adolescentes; el fomento del apoyo social de los pares; y la reducción de la disponibilidad de alcohol y de su consumo nocivo.