Wang Jing, el misterioso empresario chino que detrás del proyecto del Canal de Nicaragua, está nuevamente en el centro de la polémica tras la revelaciones de la prensa británica que aseguran que perdió el 85% de su fortuna en la crisis del mercado de valores de China que tuvo lugar en meses previos.
Según The Guardian, con base en el Índice de Millonarios de Bloomberg, el magnate de las telecomunicaciones chinas, ha visto caer su patrimonio en picada, al pasar de los $10.200 millones a los $1.100 millones.
Esta caída, en lo que va del 2015, sería la peor registrada por el índice, que ofrece un ranquin diario de las 400 personas más ricas del mundo.
Wang posee más de la tercera parte de Beijing Xinwei Telecom Technology, una firma cuyas acciones se han desplomado con los mercados de valores chinos.
Surge entonces la duda en el medio financiero de si este empresario y su compañía, HKND, podrán seguir adelante con la construcción del canal en la vecina Nicaragua, cuyo costo ronda los $50.000 millones y se extenderá por 275 kilómetros.
A Wang, de 42 años, también se le cuestiona la nula experiencia en infraestructura, pues su pasado más bien ha estado ligado a la medicina tradicional china y una fortuna amasada en las telecomunicaciones, según detalló la BBC.
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El proyecto del Canal de Nicaragua ha pasado previamente por el escrutinio público debido a que su costo proyectado es casi 5 veces el producto interno bruto (PIB) de Nicaragua, uno de los países más pobres de América Central.
También llamó la atención la forma expedita y directa en que el Canal fue concesionado a este empresario por parte del gobierno del presidente Daniel Ortega, sin que mediara una licitación pública. Hay miles de personas y protestas desde hace varios meses, que se oponen al proyecto.
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Freno a la ejecución
Fue la agencia de noticias Reuters la que informó la semana pasada que las autoridades nicaragüenses pospusieron el inicio de los trabajos de construcción del canal por lo menos hasta principios de 2016 debido a las preocupaciones ambientales.
Esto tras una recomendación de la firma consultora Environmental Resources Management, que instó al gobierno de Nicaragua a verificar si el constructor y operador del proyecto, HK Nicaragua Canal Development Investment Co Ltd (HKND), con sede en Hong Kong, cumple con estándares internacionales antes del inicio de la construcción.
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La consultoría dijo que el canal podría tener un impacto mayoritariamente positivo en Nicaragua sólo si sigue estándares internacionales como la protección de reservas biológicas y la evaluación de posibles riesgos sísmicos.
Además, hace falta que HKND comparta información con unas 30,000 personas que podrían tener que abandonar sus hogares o perder sus medios de subsistencia con motivo del nuevo canal.