Actualmente hay muchas opciones en el mercado para que las personas que quieran irse al extranjero a aprender otra cultura lo puedan hacer, es una experiencia que cambia vidas, permite aprender otros idiomas y hasta trabajar para obtener dinero extra. Un paquete puede costarle desde $1.200 hasta $27.000
En el país, colegios y universidades ofrecen a los estudiantes intercambios culturales por periodos cortos o largos, pero también hay empresas que se dedican a facilitarle los viajes a quienes lo deseen, incluso a los que estén dispuestos a ir a trabajar.
Melissa Vindas es una joven de 17 años, estando en secundaria, tuvo la oportunidad de ir dos veces a Estados Unidos de intercambio estudiantil, y admite que fue una experiencia muy enriquecedora, que por cierto, quiere volver a hacer, pero esta vez por un periodo de un año a Inglaterra.
“Fui a vivir con una familia de Estados Unidos, uno aprende a convivir con mucha gente, es otra cultura y me ayudó a perfeccionar mi inglés. Mis papás son muy abiertos con eso y apoyan un montón ese tipo de actividades, porque lo ayuda a uno a crecer como persona. He ido dos veces de intercambio con el colegio, una fue a Texas y la otra a Alabama”, afirmó Vindas.
Los paquetes para viajar a otro país con esta modalidad dependen mucho del país como tal, y de las facilidades como alimentación u otros gastos.
Education First (EF) es un programa de cursos en el extranjero para estudiantes y adultos mayores de 16 años, y tiene sedes en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, Francia, Italia, Japón, entre otros.
“No somos un intercambio como tal en el sentido de que alguien va y alguien viene, lo que hacemos son cursos de idiomas en el extranjero, el estudiante puede elegir entre inglés, francés, alemán, italiano, mandarín o japonés para irse a una escuela propia de nosotros, y puede tomar cursos desde dos semanas en adelante”, afirmó Juan Carlos Valverde, del Departamento de Mercadeo.
Según Valverde, con el programa se incluye el hospedaje, con desayunos y cenas incluidos, las clases son de lunes a viernes y en las escuelas se realizan actividades en las que los estudiantes puedan socializar y conocer lugares turísticos.
Durante el proceso, EF ayuda a la persona a escoger el país que mejor se adapte a su personalidad, así como los cursos desde principiante hasta avanzado.
“También pueden hacer voluntariados o pasantías laborales no remuneradas, son cursos de mínimo ocho semanas, las personas van durante cuatro semanas continuas a clases, y las otras cuatro trabajan en una empresa que sea de su interés”, añadió el funcionario.
Un curso de dos semanas tiene un valor aproximado de $1.500 y cubren el curso y el hospedaje, los tiquetes aéreos debe costearlos el interesado porque va a depender mucho del país que desee visitar.
“El más extenso dura once meses y anda en un rango de $24 a $27 mil, ninguno incluye boletos ni almuerzos, esto hablando de países más caros, Estados Unidos cuesta $22 mil, y Francia y Alemania $25 mil y Japón es el más caro y cuesta $26 mil”, detalló el encargado.
Por su parte, la empresa Viajes Estudiantiles, mantiene un programa para estudiantes y personas que deseen ir a trabajar de manera remunerada. Ellos ofrecen el carné internacional de estudiante que ofrece un montón de beneficios en más de 120 países, y los precios van desde los $1.200.
“Durante un período mínimo de tres meses y máximo de cuatro. Van y trabajan en un sky resort, tiendas de comidas rápidas, restaurantes, y hasta de niñeras, todos estos programas son avalados por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y tienen que sacar un VISA especial que es de intercambio cultural laboral”, dijo Ricardo Orozco.
Este programa es para personas de 18 a 28 años con un nivel básico de inglés, y que no le hayan negado la VISA en el último año. Hay lugares que ofrecen el servicio de hospedaje, pero de no ser así en el caso particular que la persona escoja, la empresa brinda asesoría.
Tome en cuenta la comida y las costumbres antes de decidirse por algún país
Si a la persona no le gusta el país que escogió o la familia que le asignaron, las empresas brindan la opción de cambiarlo o incluso de abandonar el programa en el último de los casos.
Siempre hay que tomar en cuenta que la cultura es muy diferente, y pueda que eso le llegue a afectar al estudiante. Para evitar esto, se hacen exámenes de personalidad para determinar cuáles países se ajustan más a la realidad de la persona. Además, la comida es muy diferente, en ocasiones las personas se pueden enfermar
Vindas admite que a ella al principio le fue difícil adaptarse, sobre todo porque en Estados Unidos se come mucha comida rápida.
“La forma de vida es demasiado diferente, son muy acelerados, uno no está acostumbrado a desayunar con comida rápida y eso fue lo que más me costó, adaptarme a la comida. Con el clima no tuve problema porque se programó en verano y es muy parecido a Costa Rica”, expresó la joven vecina de Aserrí.
Entre las cosas a las que hay que acostumbrarse en otros países, están los espacios reducidos, hay casas que son muy pequeñas o no tienen en las habitaciones televisor. Además, en lugares como Europa, el que una persona dure en el baño más de 10 minutos se considera irrespetuoso, precisamente porque el agua es muy cara y escasa.
“Allá uno vive en casas muy viejas, sí va a tener comodidades porque va a vivir confortable en una casa pero es diferente el estilo de vida. Nosotros les ponemos como ejemplo a los estudiantes algunos países como Inglaterra que comen mucha papa, papa con pollo al almuerzo, con carne en la cena, al día siguiente con huevo, hay que acostumbrarse a todo. A usar el transporte público y ser independientes, tienen que aprender a economizar el dinero porque los estudiantes se pasan del presupuesto”, finalizó Valverde.