La Contraloría General de la República (CGR) anunció en su Memoria Anual que persisten graves problemas de evasión fiscal en este país, los cuales, entre el impuesto de la renta y de ventas ronda el ¢1.560.000 millones.
Según el informe, la evasión en el impuesto sobre la renta ronda el 4% del Producto Interno Bruto (un 1% representa los ¢268.000 millones) para un monto total de ¢1.075.000 millones y en el impuesto de ventas ¢484.000 millones.
“Las cifras son alarmantes”, mencionó la contralora general de la República, Martha Acosta Zuñiga, quien dijo existe una deficiente gestión de ingresos que complican la solvencia financiera de la institución.
“Se han observado problemas de evasión, morosidad y prescripción de cuentas por cobrar, desactualización de la información de la población cotizante, entre otros, que indican una debilidad de gestión que afecta el potencial de ingresos de importantes instituciones que dependen de ellos para operar”, destacó.
La evasión, según la Contraloría, también tiene deficiencias en otros ámbitos tributarios. Por ejemplo, en el sistema aduanero se han señalado importantes limitaciones en procesos, sistemas y procedimientos de control, y el deterioro en que se encuentran las condiciones físicas de las aduanas y en el sistema tributario municipal una deficiente gestión en diversos municipios, para el cobro de los tributos, tasas y precios.
El déficit fiscal del Gobierno Central llegará en el 2014 a un 6% del Producto Interno Bruto (PIB) reportando, según el programa monetario del Banco Central de Costa Rica (BCCR) un 5,3% el año pasado.
El ahora exministro de Hacienda, Édgar Ayales, reconoció hace unos días que existe un grave problema en ambos impuestos y por eso, ha reiterado la necesidad de migrar hacia un impuesto general de ventas a un impuesto de valor agregado con tasas preferenciales para algunos servicios y para la canasta básica y con una tasa general del impuesto que crezca gradualmente al 15%.
Además, migrar hacia un impuesto de renta global en un plazo de dos años y en un corto plazo unificar las rentas pasivas al 15% y aplicar una escala más progresiva y eficiente a personas físicas y jurídicas.
En materia aduanera -dijo el funcionario- se realizaron muchas mejoras.
Por ejemplo, explicó, en la aduana de Limón se inició todo un proceso el 1 de octubre del 2013, en una primera fase del proyecto para definir protocolos de actualización, mecanismos de comunicación, retroalimentación y sesiones de trabajo con el sector privado (navieras, empresas homologadas para el marchamo electrónico). El 1 de abril se inició la segunda etapa de modernización en Paso Canoas.
Sin embargo, Ayales reconoció que queda mucho trabajo por hacer.
A futuro
El ministro de Hacienda designado, Helio Fallas, manifestó que ellos no se quedarán cruzado de brazos en materia fiscal y que tomarán medidas puntuales para frenar la evasión.
Sin embargo, el proyecto lo están redactando en conjunto con el diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC), Henry Mora, que será presentado de forma oficial en los próximos días.
La hoja de ruta la presentaremos antes del 15 de mayo y será un documento de únicamente dos páginas que “servirá de punta de lanza para el combate a la evasión y el contrabando”.
Luego se irá “afilando el lápiz en temas un poco más complejos y dentro de dos años se presentará el resultado definitivo”.
El viceministro de Hacienda, Álvaro Ramos, dijo que es un poco difícil determinar cuál es el margen de acción que tiene la próxima administración y si atacarán a los grandes contribuyentes o a los profesionales liberales.
Aseguró que con respecto a los profesionales liberales hay que reformar, ya que es muy poco lo que se puede hacer en las condiciones actuales.
“Existe mucha gente que no pide la factura y que cuando la solicita le dan la número uno. Entonces es cuando uno se pregunta: ¿qué pasó con todas las demás personas que estaban haciendo fila antes que uno y eso evidencia los graves problemas de evasión que hay en este país”, concluyó.