Con ella nos quedamos sin voz celebrando los goles, lloramos de emoción, sudamos los 90 minutos de cada partido (y los de reposición)… aunque no nos hayamos movido del sillón. Pero el trabajo de la “Sele” va mucho más allá de las canchas de fútbol y es por eso que el combinado nacional puede darnos unas cuantas lecciones que a todos nos pueden resultar útiles.
Lección 1.- Humildad y empeño. La Tricolor nos está diciendo que hay que ser humildes pero no sumisos, que debemos ser fuertes ante la adversidad sin creerse superior, que con trabajo en equipo se alcanzan mejor los objetivos y que somos capaces de llegar muy lejos. Además, nos han dejado muy claro que las ganas y el deseo pueden superar la realidad y -más aún- que debemos tener sed de triunfo, pero esforzarnos mucho por conseguirlo.
“En uno de los países rivales en el Mundial de Brasil se tildó a Costa Rica de “Costa Pobre”. ¡Gracias! Sí. Gracias porque cuando a uno le tocan lo más profundo de su ser le enardecen aún más y la garra se duplica. Pobre es quien vive de la renta de una imagen que no es capaz de validar con su trabajo, quien deja de vencerse a sí mismo por creerse superior”, asegura German Retana, experto en motivación y liderazgo.
Lección 2.- Trabajo en equipo. Para Pedro Cambronero, profesor en la Escuela de Ciencias del Deporte de la Universidad Nacional (UNA), la “Sele” demuestra que lo colectivo siempre estará por encima de lo individual, es decir, es un trabajo de grupo que, en conjunto, logra convertir una idea en una realidad.
“Tiene jugadores que entienden la idea de grupo, que entienden el fútbol como una colectividad en función de objetivos y como individualidades de que tienen que echarse la carreta de responsabilidades en la espalda, de manera solitaria. Vea lo que nos está pasando a nosotros: este es un equipo que está sacando adelante a la Selección y equipos como el de Cristiano Ronaldo, que es luna gran figura de Portugal, queda fuera”, comentó Cambronero, ejemplificando que una persona, por más talentosa que sea, no puede nunca sustituir el trabajo en equipo.
Lección 3.- El orgullo. Una nevada a -24 grados, ofensas al rendimiento del equipo, desconfianza de la calidad de sus jugadores, fueron algunos de los principales obstáculos que enfrentaron los seleccionados y su director técnico, Jorge Luis Pinto. Pero como lo que no mata nos hace más fuertes, los quebrantos que ha pasado la Selección solo han conseguido hacerla más fuerte y unir más al grupo.
El sociólogo Francisco Barahona recuerda el refrán que dice “el veneno viene en frascos pequeños, pero también el perfume” y asegura que se aplica a Costa Rica, ya que “el fútbol costarricense tiene broches de oro para recordar y diría que el bajonazo más grande que tuvo esta selección fue en Denver, contra Estados Unidos, todavía así perdimos con sólo un gol”. Barahona asegura que ese partido tocó las fibras del orgullo no solo de la Selección sino del país completo, que se volcó a apoyar al equipo y le dio la espalda a la FIFA. Ese día, nació la leyenda que hoy juega en Brasil y que quedará inmortalizada en la historia del fútbol nacional como la Selección que derrotó a dos excampeones del mundo y de paso envió a la casa al país de inventó ese deporte: si Uruguay, Italia e Inglaterra no nos conocían, ahora no nos olvidarán jamás.
Lección 4.- Preparación, constancia e inversión a futuro. Cambronero, por su parte, asegura que la preparación que tienen los muchachos, de ser seleccionados en grupos infantiles, juveniles y en algunos casos más, seleccionados mayores que ya participaron en Alemania 2006, los hizo dignos rivales en “El grupo de la muerte”.
“Los procesos donde el deportista se ve realmente trabajado a partir del roce, de fogueo internacional, de la exposición a las concentraciones, de los vuelos, de lo que significa jugar en estadios con 60 mil personas, los jugadores de hace algunos años nos estaban acostumbrados a ese ambiente y cuando llegaban a exponerse a él, realmente les iba mal, se asustaban. Ahora ves a muchachos muy jóvenes que tienen 100 partidos clase A en la espalda, que han jugado en estadios llenos desde los 17 años y eso no les pesa”.
Lección 5.- Querer es poder. Hernán Medford fue seleccionado en Italia 90, cuando la Selección Nacional iba por primera vez a un Mundial y llegó hasta octavos de final. Además llegó a ser Director Técnico del grupo y sostiene que cuando las cosas se quieren hacer, se pueden hacer.
“Nos han puesto retos con comentarios y otras acciones pero creo que se ha tomado por bien, porque la actitud ha sido en vez de enojo, de demostrar que no somos lo que se opinaba, que no tenemos que caer en las mismas acciones no buenas de otra gente”, comentó Medford.

Este partido cambió a la Selección y a la afición. Hay un antes y un después del juego nevado. Foto EFE/Archivo
Lección 6.- Piense y trabaje en grande. Retana describe que Costa Rica de la mano del técnico Jorge Luis Pinto da una gran lección al demostrar que “pequeño es quien piensa o trabaja en pequeño, así de simple. Tres excampeones mundiales contra una ilusión, y se impuso la convicción de pensar y actuar en grande”.
Lección 7.- Aprender siempre. Resulta que Jorge Luis Pinto es un estudiante, un buen estudiante. Dicen quienes lo conocen que tiene un hambre insaciable de aprender y que siempre está leyendo y analizando todo lo que hay en torno al fútbol. “Devora libros e información sobre fútbol como ninguno”, dice un diario de Colombia, evidenciando que es un estudiante aplicado, que reconoce que nunca se deja de aprender.
Lección 8.- Exigencia. Las buenas cosas no vienen nunca de manera fácil. Así, Pinto le exige a los jugadores puntualidad, compromiso y disciplina. “Si el entrenamiento es a las 8:00 a.m. hay que estar en el camerino desde las 7:30 a.m.”, dijo El Mundo de Venezuela Alvaro Mesén.
“Cuando veía a alguien sospechoso le pedía que se quitara los lentes, lo llamaba y lo revisaba. “Recuerdo una vez que a un compañero lo sacó de los planes para un partido porque lo vio a los ojos y consideró que estaba cansado”, aseguró Mesén a ese medio.
Lección 9. Reglas claras. Dicen que es explosivo y que no admite -ni por la mínima- una falta a las reglas. Por eso, se asegura de dejarlas bien claras: no hay excusas y cuando alguien falla le llama la atención y le da una oportunidad pero si el caso se repite, abre la puerta y le enseña la salida al jugador. El mismo Mesén lo contó al diario venezolano, “él conversa con el jugador en privado y con un testigo, en caso de que vuelva a fallar puede hasta dejarlo fuera del equipo”.
Lección 10.- Objetivos en la mira. Jorge Luis Pinto se dio cuenta, siendo muy joven, que no era particularmente habilidoso en la cancha y si bien nunca jugó en una liga profesional, hizo todo lo necesario para alcanzar su objetivo: llegar a un Mundial…Pero no se quedó ahí. “He luchado toda mi vida para ir a un Mundial de Fútbol y lo que he logrado hoy es la pelea de mi vida”, dijo Pinto el día en que Costa Rica clasificó; pero ese día no fue la culminación del sueño de Pinto, por el contrario, ese día empezó a construir un sueño mucho más grande a punta de trabajo, de esfuerzo, de dedicación y disciplina. Pinto sigue soñando y 4.8 millones de costarricenses estamos soñando con él.