(Imagen tomada de Internet).
El problema del agua con niveles de arsénico superiores a los permitidos en Bagaces y Los Chiles podría llegar a su fin gracias a seis plantas de remoción de esa sustancia, que instalará Acueductos y Alcantarillados (AyA) en esas zonas.
Estas plantas arrancarían operaciones a mediados de agosto y se espera que ya para este año sólo quede pendiente un 2 por ciento del problema sin resolver. Así lo corroboró Carlos Vargas, director de Investigación y Desarrollo del AyA.
“Hemos resuelto el 85 por ciento de la problemática del país. El 13 por ciento que queda de esa población será resuelta a partir de agosto (con estas plantas) y el 2 por ciento de diferencia, se trata de una comunidad que es la diferenciada, se trata de El Chile de Bagaces, en donde estamos construyendo una línea de conducción a siete u ocho metros de profundidad en roca. Es una construcción de obra complicada”, advirtió Vargas.
“Van a ser seis plantas de remoción de arsénico que van a estar ubicadas una en Bebedero de Cañas, tres en Bagaces ubicadas en las comunidades Quintas de Belén, Montenegro y Agua Caliente; además, en zona norte del país, en Alajuela en Cristo Rey y en Santa Cecilia del Amparo de Los Chiles (…) Este año sacaríamos al país de la problemática”, detalló Vargas.
De acuerdo con Vargas, se optó por la construcción de estas plantas de remoción en esas zonas mientras que en otras lo que se realiza es cambiar las fuentes de agua e integrar los acueductos.
Pero, ¿de qué se tratan estas plantas de remoción? Vargas explicó que son sistemas que requieren la instalación de un medio de remoción, que es diseñado para remover la sustancia -en este caso atraparán las moléculas del arsénico- la cual se queda adherida en ese medio liberando el agua. Este medio de remoción se trata de un material inerte recubierto de dióxido de titanio; en otros casos se recubre con sustancias basadas en hierro.
Conforme el agua va pasando, la presión por esos tanques obliga a pasar por ese medio. Ahí se calcula adecuadamente y finalmente se tiene agua limpia o con valores de arsénico muy bajos.
Vargas afirmó que el costo de instalación de esas plantas ronda los 1.300 millones de colones. La operación sería durante seis meses que van desde el inicio entre el 12 de agosto y 25 de agosto cuando se tiene previsto dar el arranque a las plantas, a febrero del 2015.
Niveles superiores a los establecidos
Archivo. CRH
En nuestro país, el máximo de presencia de arsénico permitido en el agua es de 10 microgramos por litro (cifra que es igual que en Estados Unidos y la Unión Europea). Según Vargas se trata de una cantidad muy pequeña, ya que significa dividir cada gramo en un millón de partes.
Vargas explicó que en el caso del acueducto de Bagaces, que es el sistema del AyA, se está desarrollando una solución porque aparecieron datos de 13 microgramos por litro. Entonces se está haciendo la ampliación en la contratación para instalar una planta que permita remover la sustancia y bajar los niveles aún más.
Por ahora el promedio de los datos es de 9.8 microgramos, que está permitido; sin embargo, se quiere disminuir aún más.
“Más de 60 datos en dos años de muestreos dicen que el promedio está por debajo de 10, en 9.8; como está cerca del límite se busca bajarlo a un nivel más ligero; pero a raíz de que aparecieron datos de 13 microgramos, el AyA va a reducir más la presencia de la sustancia”, explicó el director.
Según corroboró Vargas, en algunas de las comunidades en donde se están colocando las plantas de remoción han encontrado valores de 13 e incluso 23 microgramos en el acueducto.
“Cabe aclarar que (para las mediciones) se utiliza el agua del acueducto que es utilizada para necesidades básicas como bañarse, limpiar la ropa, la casa pero entregamos agua limpia para que beban y cocinen alimentos. Se les entrega agua con mediciones de arsénico por debajo de la norma; es decir con nada de microgramos o menos de 10, ese cuidado se ha tenido. A todas las comunidades que han tenido el problema, se les ha dado agua limpia para el consumo”, reiteró.
Laboratorios garantizarían que el agua es apta
Cada una de estas plantas de remoción contaría con un laboratorio en donde sería analizado el líquido para determinar si cumple o no con el nivel de arsénico permitido.
Se trata de un equipo especializado, son laboratorios pequeños que se construyen en cada planta y en donde una persona capacitada determina la presencia de arsénico en el agua: cuánto hay en la entrada y cuánto en la salida tras pasar por la planta de remoción.
De encontrar algún problema se detiene el proceso y se informa si continúa incumpliendo la norma.
Esta solución al problema sería parte del nuevo decreto ejecutivo de declaratoria de emergencia que anunció la vicepresidenta Ana Helena Chacón durante su gira por Bagaces. Este decreto permitirá generar un plan de acción claro y de mayor contundencia, según había dicho Chacón en ese momento.
“Nos vamos con un listado de tareas pendientes, las cuales vamos a traer bien elaboradas el próximo 25 de julio”, había comentado tras su visita a Guanacaste.