(Imagen con fines ilustrativos. EFE/Archivo).
Las autoridades de Migración y Extranjería no descartan que haya más casos de los ya denunciados sobre trata de personas por extracción ilegal y tráfico de órganos. El principal, que fue detectado en el país con eco a nivel internacional, se produjo el año pasado cuando se identificó una red internacional dedicada a comercializar órganos con participación de médicos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Kathya Rodríguez, Directora de Migración, dijo que el país y la región centroamericana en general, mantienen vulnerabilidades que pueden ser aprovechadas por quienes se dedican a este tipo de actividades delictivas.
Por el caso señalado, el diario estadounidense New York Times informó mediante un reportaje que al menos 11 extranjeros pagaron por riñones que fueron trasplantados en Costa Rica, con la participación de ciudadanos israelíes como intermediarios. “Estamos apenas viendo la punta del iceberg. Los casos que vamos reconociendo nos dan pistas de la diversidad de propósitos inescrupulosos a los que son sometidas las personas víctimas de trata. No se descarta el tema del tráfico de órganos. Costa Rica pudo evidenciar una red de tráfico de órganos el año pasado, eso fue lo que nos apuntaló el tema de la trata para efectos de tráfico”, expresó Rodríguez.
Unas 14 personas fueron identificadas como víctimas de esa red de trata para el tráfico de órganos. A finales de 2013 permanecían recibiendo colaboración de parte de las autoridades de Migración y la CCSS mientras las investigaciones judiciales continuaban. Para este año, las autoridades mantienen investigación de cinco casos por trata de personasy de momento ninguno está judicializado.
“El proceso de investigación continúa, porque en el tanto existan las mismas condiciones de vulnerabilidad para que esto se dé y no exista una regulación para los establecimientos de salud ni en la información que se le da a los turistas y en los intercambios con otros países, como en este caso que se hizo con Israel, vamos a seguir teniendo condiciones que beneficien esta actividad irregular”, citó la funcionaria.
En otros países centroamericanos, las autoridades respectivas apenas están en proceso de identificación de los espacios que propiciarían estas actividades delictivas.
Sobre investigaciones en curso
Los cinco casos investigados durante este año están relacionados con explotación laboral y explotación sexual. Han sido reportados desde varios sitios del país y Rodríguez confirmó que están proclives a que las investigaciones se abran a “otro tipo de situaciones”, incluyendo el tráfico de órganos.
“Muchas de las actividades a las que estas personas están siendo sometidas no son públicas y se dan en escenarios privados, donde a veces es muy difícil el acceso. Hay una complejidad debido a múltiples factores, desde el que recluta, traslada y moviliza a nivel interno del país… Del lado del Caribe ha sido posible identificar víctimas de República Dominicana y de origen asiático. Los (cinco) casos actuales son de víctimas extranjeras, ingresados al país de manera irregular o regular como turistas, sin que podamos identificar bien en dónde se encuentran y que están haciendo”, mencionó la directora.
Complicidad fronteriza
Kathya Rodríguez, directora de Migración y Extranjería habló sobre la trata de personas. CRH
Para Migración la complejidad de las fronteras es un plus que juega en favor de quienes se aprovechan de la trata de personas. Se estima que existen, al menos, 200 puntos ciegos en las fronteras de Costa Rica con Panamá y Nicaragua.
“Esas son precisamente las áreas de vulnerabilidad, las fronteras físicas siempre van a ser vulnerables. Difícilmente un país puede amurallar todo su territorio y si no es por tierra es por mar. El resguardo de la zona fronteriza es importante, porque así como pasan este tipo de objetos pasan las personas”, lamentó la funcionaria.