Costa Rica enfrenta una epidemia: la obesidad, enfermedad que afecta al 60.3% de la población mayor de 20 años en el país.
Rodolfo Méndez y Andrés González, ambos periodistas de Radio Columbia, fueron parte de las estadísticas, ahora son ejemplos de que cuando se quiere, se puede salir victorioso de este mal.
“Yo… por güevonada mía, no me voy a morir”, le dijo Rodolfo a su esposa el 1 de febrero de 2007, cuando el médico le informó que si no hacía un cambio en su vida, se moriría de un infarto en cualquier momento.
Rodolfo llegó a pesar 130 kilos. Tenía la presión alta, retención de líquido, ya sus riñones estaban empezando a fallar, sufría taquicardias y caminar una cuadra lo ahogaba…
“Empecé a caminar con mi esposa -que a ella le gusta- una hora diaria. En el primer mes rebajé 5 kilos”, recordó el narrador deportivo.
En sólo ese mes normalizó la presión, los riñones empezaban a funcionar mejor. Cuando cumplió los 60 días con esa rutina, bajó otros cinco kilos “y así fui hasta que en el mes de abril, en un viaje en Jamaica por cuestiones de trabajo, el señor Allan Bravo, preparador físico de la Selección Sub-17 me dijo que por qué no hacía otra cosa que no fuera caminar”. Fue entonces cuando Bravo le hizo un plan para trotar.
Rodolfo perdió sólo en 2007, 50 kilos. Recuerda que entonces se puso más bien “raquítico”, obsesionado casi hasta la anorexia, según describe y entonces sus rutinas se dirigieron a incrementar masa muscular.
Ahora entrena con el atleta César Lizano, hace entre 12 y 15 competencias al año, también practica Mountain Bike y asegura que “ya no voy por ejercicio, ahora compito y contra quien sea”.
“Era mucho lo que estaba pesando”
Rodolfo asegura que él fue inspiración para su colega, Andrés González quien el 24 de setiembre del año pasado, a sus 28 años, llegó a pesar 142 kilos. Fue ese mismo día cuando se dijo a sí mismo: ¡hasta aquí!
“Ya era mucha la obesidad, ya era mucho lo que estaba pesando. Ese día decidí hacer un cambio en mi vida y comencé. A esta fecha, un año y poco más después de plantearme la meta, he bajado 41 kilos a puro ejercicio casi todos los días. A veces por trabajo se me complica y pero cuento además con asesoría de una nutricionista”, comentó el joven periodista, quien del gimnasio descansa sólo miércoles y domingo.
Hasta el año anterior, la comida rápida era casi que pan de cada día en su vida. Ahora su dieta se basa en comer de todo pero ‘comer bien’. Es decir, come frutas, vegetales, cambió el arroz normal por arroz integral, así también consume el pan y otros productos.
“Tiene que haber un equilibrio. Usted puede hacer mucho ejercicio pero si no come bien, de nada le va a servir el ejercicio. Tomé la decisión y hasta la fecha, soy otra persona”…
Disciplina y Perseverancia: las claves
Para hacer un cambio así de importante en su vida requiere sacrificios… el secreto está en su fuerza de voluntad y las ganas de hacerlo. Por supuesto, súmele a ello el acompañamiento de un profesional.
Andrés tomó la decisión aún cuando pese a sus 142 kilos de peso, no habían comprometido su salud. Rodolfo temió lo que se le avecinaba si no hacía un cambio; ambos estaban obligados a hacerlo por el amor que le tienen a la vida.
Andrés se siente como un hombre nuevo; Rodolfo ya corrió su primera maratón, la de Chicago hace un mes y ya se inscribió en la rifa para correr la de Berlín el próximo año.
Si usted todavía está pensando en dar el paso, Rodolfo le tiene un mensaje: