Expertos en vulcanología de la Red Sismológica Nacional (RSN) consideran que el volcán Turrialba -según el comportamiento que ha mostrado en los últimos 14 años- se está preparando para lo que denominan “una actividad mayor“. Eso sí, no pueden determinar si esa gran actividad se repsentará en uno, en dos o en 10 años.
Según detalló Guillermo Alvarado, experto en vulcanología, a lo largo de la historia el coloso ha tenido seis grandes erupciones (durante los últimos 3.500 años), las cuales fueron incluso más grandes que las erupciones de la actualidad; la más reciente y de mayor importancia fue la que se dio entre 1864-1866.
“Previo a esto, había manifestado signos de actividad muy similar a la de ahora, incluso hay reportes de caída de ceniza un año antes (…) esto quiere decir que hubo un periodo, incluso de 10 años, para prepararse para una actividad grande como fue la de 1864″, dijo Alvarado.
Indicó que desde el 1997 hay signos de mayor actividad del Turrialba, sin embargo desde el 2001 las señales fueron más significativas y fue en enero del 2010 cuando se intensificó la actividad, desde entonces el coloso presentaba entre una o dos erupciones por año.
Sin embargo, desde octubre anterior, el periodo se ha acortado a dos actividades mensuales. “El volcán se está preparando para algo más, ojalá nos equivoquemos (…)”, advirtió Alvarado.
Volcán de cambios constantes
Mauricio Mora, también especialista en vulcanología, indicó que estas erupciones que ocurren desde octubre anterior y que se repiten este año, se dan en un nivel de actividad sísmica promedio y lo que varía es el mecanismo de las mismas.
Es decir, “se ha venido generando un preámbulo para algo mayor; quiere decir que debe haber algo de cuerpo magmático haciéndose paso (…) el proceso ha sido lento, llevamos cerca de 14 años de proceso y cada vez que pasamos a uno nuevo el escenario de actividad cambia, porque las condiciones en profundidad son diferentes (…)”, dijo Mora.
Agregó que esos cambios significan limitaciones para establecer previsiones, y dijo que conforme pasa el tiempo la actividad sísmica va aumentando y poco a poco se va haciendo más importante.
Alvarado, por su parte, indicó que durante este viernes visitaron el borde del cráter a escasos 100 metros .”Nos sorprendió que la cantidad de ceniza en el cráter era casi nula, al menos de la actividad de ayer (…) el otro aspecto interesante es que el área de los impactos de las piedras era más reducida, comparados a los de noviembre del año pasado, de un radio de 40 metros, mientras que el año pasado el radio era de unos 800 metros”, dijo Alvarado.
Para este experto, la actividad de ayer se sobrevaloró y “probablemente por una condición meteorológica las cenizas tuvieron mayor alcance (…)”. De acuerdo con él, las tres erupciones que se dieron este jueves pudieron ser más pequeñas que las del año 2014.