La caída en la tasa de natalidad de los costarricenses y una esperanza de vida cada vez mayor desafían la sostenibilidad del régimen de pensiones de reparto, como el de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) que administra la Caja Costarricense del Seguro Social.
Esta es una de las conclusiones expuestas por el libro “15 años de la Ley de Protección al Trabajador”, del superintendente de Pensiones, Édgar Robles, el cual se presentó este año con motivo del aniversario de dicha legislación.
De acuerdo con la publicación, uno de los mayores desafíos que enfrentan los sistemas de pensiones alrededor del mundo son los cambios demográficos, especialmente cuando existen regímenes de reparto en los que los trabajadores aportan una cuota para sufragar los gastos de las pensiones ya otorgadas.
Esto es sostenible únicamente cuando el grupo de personas que aportan sigue creciendo y las pensiones no se otorgan por mucho tiempo. En ambos casos, los indicadores de Costa Rica muestran la tendencia contraria.
Por un lado la tasa de fecundidad es inferior a 2, es decir, es menor del mínimo necesario para para que se mantenga un nivel estable de población, y más bien podría traducirse en un descenso del nivel absoluto de pobladores.
En el otro extremo, cada vez es más largo el periodo que viven las personas por encima de los 65 años, que es la edad mínima para pensionarse. Esto quiere decir que se pegan pensiones por más tiempo.
Además, según el superintendente, otra variable que afecta a las pensiones de los países de Latinoamérica –y Costa Rica no es la excepción- es el desempleo, la informalidad y las actividades independientes.
“La precarización del trabajo se ve reflejada en Costa Rica en el crecimiento del número de trabajadores independientes afiliados a la CCSS, el cual ha aumentado también por el incentivo que el propio sistema crea, pues la carga social para el individuo que se afilia como trabajador independiente se reduce de manera importante en relación con el aporte que debe realizar el trabajador asalariado”, señala.
Todos estos factores confabulan en la debilitación del IVM.
Sostenibilidad
De acuerdo con varios estudios actuariales, elaborados por la Organización Internacional de Trabajo (OIT), la firma Nathal y la propia CCSS, las reservas del régimen comienzan a agotarse.
Para esto, la entidad ha comenzado un proceso de recapitalización, que continuó este año con un incremento de un 0,5% quinquenal en los aportes de los trabajadores.
Es en este momento donde cobran relevancia los fondos de capitalización individual, como el Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROPC) y el Régimen Voluntario de Pensiones Complementarias (RVPC), creados con la Ley de Protección al Trabajador y que permite a los trabajadores acumular recursos para su pensión con aportes provenientes de sus ingresos.
De esta manera, los trabajadores dependerán cada vez en menor grado de los recursos del régimen de reparto y podrán asegurar un capital individual propio.