Mientras el proceso de consulta sectorial continúa en el Ministerio de Hacienda con respecto a cambiar el impuesto de ventas por uno de valor agregado y hacer modificaciones al de renta, economistas, representantes de las cámaras y expertos tributarios aseguran que la negociación será difícil y que durará un buen tiempo.
“Yo considero que hay mucha oposición por parte de los partidos políticos para aprobar nuevos impuestos, al no contar con un plan de control de gasto. Esto implicará una discusión muy larga y no lo vemos aprobado en cuestión de dos años”, aseguró el economista, Thelmo Vargas.
El economista, Thelmo Vargas. CRH.
Además, Vargas dijo que el Gobierno manda una contradictoria señal porque el Ministerio de Hacienda plantea que se incrementaría el impuesto a las cooperativas pero después el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, afirma que no está de acuerdo, entonces “no hay una unión en el propósito”.
El Ministerio de Hacienda propuso establecer un impuesto sobre el valor agregado en la venta de bienes y en la prestación de servicios realizados en el territorio de la República y además, aprobar una tarifa del 15% en sustitución al actual 13%.
Se establece una tarifa diferenciada del 5% para la adquisición de cierto tipo de bienes (embalaje y empaque) y servicios utilizados para la producción de productos agropecuarios, agroindustriales, pesca, siembra y cosecha, entre otros.
En cuanto al Impuesto sobre la Renta se le cobrarán impuestos aquellas personas cuyas ganancias de las empresas y los salarios sean superiores a ¢793.000.
Además, pagarán las grandes cooperativas, los prestadores de servicio de la educación privada, las ganancias por tipo de cambio del dólar, los premios por participaciones deportivas en el extranjero y los excedentes de asociaciones solidaristas y cooperativas.
La discusión de ambos proyectos, según el presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, Enrique Egloff, debe ser seria por parte del Gobierno y tener un norte claro.
“Si bien es cierto hemos conocido que ha existido durante los últimos meses un mejor manejo del gasto, sigue habiendo problemas con los disparadores: salarios, pensiones y transferencias y el servicio de la deuda, cuyos montos han seguido creciendo y por eso no estaremos de acuerdo con nuevos impuestos hasta que se tomen esas decisiones”, explicó.
Preocupación por el costo de la vida
El vicepresidente de la Asociación de Consumidores de Costa Rica, Gilberto Campos, se mostró preocupado por los efectos que ambos proyectos de ley provocarán en el costo de la vida y dijo que el IVA se cobra a todos los eslabones de la cadena de producción y comercialización; por eso, al final será el consumidor el que termine pagando toda esa estructura en el precio de venta y en el impuesto final.
Las mayores cargas sociales limitarán el poder adquisitivo de la gente. CRH.
Dicha posición concuerda con la visión del analista tributario de Ara Law Abogados, Ember Segura, quien dijo que la migración del impuesto general sobre las ventas por uno de valor agregado implica algo coyuntural, que se ha venido tratando de copiar de la legislación española y que pretende poner un tributo más neutro, que todos los servicios están gravados.
“Ambos proyectos de ley, sin duda alguna, van a encarecer al contribuyente final el costo de los bienes y a restringir su posibilidad de consumo al tener que trasladar cargas progresivas más elevadas, pasando de una tarifa de un 13 a un 15%
“Hay una contracción en el ingreso y en el gasto y las erogaciones que van a tener que suplir cada uno de los distintos agentes económicos para poderle hacerle frente a este tema de los impuestos y el consumidor final será el más afectado debido a que no puede trasladarle estos costos a terceros”, destacó.