Los hogares más pobres del país enfrentaron un incremento mayor en los precios durante el 2014 que las familias con ingresos más altos.
En concreto, mientras el dato de inflación general fue de 5,1% al finalizar el año, los hogares con menores recursos enfrentaron una inflación del 5,5%.
En cambio, los hogares con ingresos más altos solo percibieron un 5% de inflación.
A esta conclusión llegó el Banco Central en un análisis que hizo sobre el comportamiento de los precios por estratos sociales durante el 2014.
¿Por qué es diferente?
Como inflación se entiende el crecimiento sostenido de los precios y es estimado por medio del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que a su vez es calculado con base en el cambio de los precios de una canasta de bienes y servicios.
El Banco Central contempló que los gastos de las familias en bienes y servicios varían en función de factores que afectan sus hábitos de consumo, como el tamaño y la composición del hogar, las necesidades y gustos de sus miembros, costumbres, ubicación geográfica y su nivel de ingreso.
Dada esta diferencia en los hábitos de consumo de los hogares, la inflación que enfrentan las distintas familias discrepan de la calculada a partir del IPC general y la magnitud de dicha diferencia depende de qué tan distinta sea la estructura del gasto de cada familia con respecto a la del a familia promedio.
Así las cosas, si se analiza la variación interanual a diciembre (de 2008 a 2014) de los precios de la canasta de consumo: las familias de los ingresos clasificados como “ingresos bajos” enfrentaron una inflación mayor a la obtenida por l IPC general.
Canastas de consumo diferentes
Para el economista Alberto Franco, economista de la firma Ecoanálisis, las diferencias en la inflación que enfrentaron las familias de bajos y las de altos ingresos, no son sustanciales.
Esto porque en el tiempo, puede haber discrepancias entre esos índices tanto por las diferencias que existen en los patrones de gasto, como también por las diferencias que se dan en el comportamiento de los ingresos de los distintos segmentos de la población.
“La rebaja en el precio de los combustibles de los meses recientes, que ha tendido a beneficiar, mayormente, a las familias de medianos y altos ingresos (que poseen automóviles y gastan una fracción de sus ingresos en la compra combustibles), es un ejemplo de cómo pueden darse diferencias entre los niveles de inflación que enfrentan los diferentes segmentos de la población”, comentó.
Otro factor que pesa es el que explicó el economista Melvin Garita quien detalló que la actual canasta utilizada para calcular el IPC fue actualizada respecto al consumo que se realizaba entre el 2005 y 2006, motivo por el que se habría desactualizado.
Actualización de salarios
Cálculo del indicador
Milto Castillo, coordinador de la Unidad de Índices de Precios, explicó que la Canasta de Bienes y Servicios (Canasta de Consumo) que se utiliza para el cálculo mensual del IPC base Julio 2006 se determina con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) realizada entre los años 2004 y 2005.
Esta encuesta brinda información sobre el patrón de consumo de los hogares y proporciona un listado de los bienes y servicios adquiridos por los hogares.
Con base en este listado, se realiza una selección de los bienes y servicios que son representativos en el consumo de los hogares ya sea porque representan un gasto importante para los hogares o porque son consumidos por una alta proporción de hogares.
Según las recomendaciones de los organismos internacionales expertos en el tema, se debe realizar una actualización del IPC en un período de entre 5 y 10 años, por lo que el actual está llegando al final de su vida útil.
Castillo adelantó que el nuevo IPC se estará publicando este año con base a la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares que se realizó entre octubre 2012 y octubre 2013.

