El rezago en la infraestructura vial y el imparable incremento en la flotilla vehicular no solo son las responsables de los dolores de cabeza que viven miles de habitantes del Valle Central mientras se transita, también cargan con la culpa de ‘enfermar’ el ambiente, con mayor responsabilidad en algunos tramos, en la Gran Área Metropolitana.
Un análisis de emisiones de gases realizado por el ingeniero Alexánder Vega Zúniga y facilitado por el Programa de Investigación en Desarrollo Urbano Sostenible (ProDus) de la Universidad de Costa Rica (UCR), identificó unos seis puntos viales, entre las que destacan La Sabana-Alajuela, Escazú-Santa Ana –en ambos sentidos- y los tramos del Paseo Colón y la Avenida Segunda, con la mayor cantidad de emisiones vehiculares para diferentes contaminantes analizados bajo tres modelos distintos.
El estudio, finalizado en 2013, detalló que, el dióxido de carbono es el contaminante que más se emite al aire , con valores de Factores de Emisión Vehicular (FEVs) que alcanzan los 3500 g/km, mientras el dióxido de azufre es el contaminante que menos se emite al aire con valores de FEVs menores a los 0,05 g/km.
“Al observar todos los mapas de emisiones vehiculares, se aprecia que las secciones que presentan valores más altos son: ingresando a San José, Paseo Colón frente al Hospital San Juan de Dios, la Ruta 1 en el tramo del Aeropuerto a Intel y el tramo del puente del Río Virilla y el Hospital México, la Ruta 2 de la salida de la carretera Florencio del Castillo a Plaza del Sol, la Ruta 27 el tramo de la salida de Santa Ana y el peaje”, muestra el estudio.
Todos los sectores mencionados poseen un alto volumen vehicular y son carreteras que ya están en una capacidad máxima, por lo que las velocidades son bastante bajas; ambos factores son determinantes para la emisión de altos valores. Por ejemplo, en la ruta Alajuela-San José, en hora pico, completar el tramo tenía una duración de casi 33 minutos con una velocidad promedio de 30.4 km/h.
“Las rutas Nacionales 1 (Alajuela-San José), 27 (San José-Caldera), 32 (San José-Limón) y 2 (San José-Cartago) son un ejemplo de esto ya que en una gran parte del tiempo se cuentan con velocidades mayores a los 30km/h llegando a alcanzar velocidades de hasta 80 km/h. Sin embargo existen puntos en las que estas velocidades disminuyen, como el caso de las cercanías del puente del Río Virilla en la carretera General Cañas”, recalca el análisis.
Flota vehicular vieja
Las áreas rojas muestran las zonas con mayor emisión de dioxido de carbono ingresando a San José. Cortesía de ProDUS
Al 2012, un 80% de la flota vehicular mantenía 20 años de antigüedad o menos. Un 75% de la flotilla vehicular –superior al 1.1 millones de unidades- usaba gasolina como combustible y un 25% diésel.
Cabe destacar que rutas como Alajuelita-Hatillo y Ulacit-Restaurante Doña Lela, en ruta 32 y en ambos sentidos presentaron los indicadores más bajos de emisiones contaminantes.
El investigador resaltó que las bajas velocidades de circulación afectan de manera negativa las emisiones de contaminantes y urgió realizar mejoras a la infraestructura vial con el fin de aumentar estas velocidades; construir de bahías de buses, ya que la mayoría de las paradas se encuentran en plena vía, impidiendo el paso de vehículos y produciendo disminuciones radicales en sus velocidades de circulación. Así como la construcción de parqueos públicos y castigar a quienes parquean sitios prohibidos.
Vega recomendó la realización de un estudio que modele la dispersión que sufren los contaminantes en el aire y de esta forma determinar los efectos en la salud de las emisiones vehiculares.