La alianza opositora en la Asamblea Legislativa pretende desempolvar el debate sobre el proyecto de ley de contingencia eléctrica (N° 18.093) presentado desde 2011 y que procura pasar del 15% al 30% el tope de participación del sector privado en la producción eléctrica.
Otto Guevara, diputado del Movimiento Libertario (ML), confirmó que la alianza opositora que ahora encabeza el plenario tiene interés en reactivar la discusión y ya comenzaron a revisar el asunto con algunas modificaciones negociadas en el pasado.
“Es un proyecto de un alcance limitado, pero que abre las puertas a que haya mayor inversión en la generación privada de electricidad. Me refiero a subir el tope para la generación privada y el tamaño de planta, porque la ley actual establece un tamaño de planta de 20 MW y con el proyecto de contingencia estaría subiendo a 50 MW. Esta es una medida transitoria, mientras se discute y se presenta una ley general de electricidad que venga a abrir el mercado eléctrico”, expuso Guevara.
El libertario dijo que insistirán en la aprobación de proyectos para la explotación de recursos geotérmicos y biomasa para producir electricidad. Son seis diputados de la alianza opositora quienes están con el tema y las reuniones para pulir el impulso se retomaron este miércoles, sin embargo es reconocida una férrea oposición del Partido Acción Ciudadana (PAC) y del Frente Amplio (FA).
“El PAC está fracturado, hay algún sector que estaría considerando la posibilidad de sumar sus votos a aprobar leyes que tengan que ver con mejorar las posibilidades de inversión del sector privado en electricidad a través de fuentes renovables”, indicó Guevara, quien señaló entre los simpatizantes del tema a Óscar López, legislador del Partido Accesibilidad sin Exclusión (Pase).
Propuesta contra la pared
Guevara dijo que se requieren 38 votos para que se aprueben procedimientos especiales ante la eventual discusión de proyectos de ley de esta naturaleza. “Tenemos un grupo muy importante, mayoritario de diputados, ahora la idea es que busquemos el texto y todos estemos de acuerdo”, reseñó.
En noviembre del año pasado, el gobierno dejó clara su intención de no impulsar proyectos de contingencia eléctrica. Previamente, legisladores oficialistas, como Javier Cambronero, urgieron el retiro del proyecto por no encontrar “apoyo entre las fracciones”.
“La palabra ‘contingencia’, que dio origen al proyecto, fue bajo condiciones climáticas serias que hicieron al país ingresar en una crisis. Se estaba justificando con varias orientaciones, una con objeto de cubrir el déficit que se está dando y que estaba obligando al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) a quemar combustibles fósiles, generando un alto costo para el consumidor. Pero, esa situación ya no existe”, dijo Allan Benavides, presidente de la Cámara de Empresas de Distribución de Energía y Telecomunicaciones (Cedet).
El jerarca reseñó que el interés de los empresarios privados de generar es un ‘asunto aparte’ y defendió que “no se puede argumentar que el objetivo inmediato es justificar una crisis que no existe”.
“Proyectos de mediana envergadura, de 30 a 50 MW, nosotros los estamos desarrollando. Son los que harían los privados, nosotros lo estamos desarrollando porque cada empresa tiene un mercado y es nuestra responsabilidad atenderlo (…) Cada vez que hacemos más energía, tenemos menos riesgo de comprar energía cara cuando hay crisis de verano”, citó Benavides.
Jorge Arguedas, diputado del FA, insistió en que el sector industrial quiere producir a ‘filo de agua’, lo cual deteriora el ambiente, según su criterio. Consideró que se deben impulsar los proyectos que tiene el ICE y buscar otro tipo de fuentes, calificó la eventual discusión como innecesaria.