Los salarios de los funcionarios públicos vuelven a estar en el ojo de atención, tras publicaciones de los datos de pagos a empleados del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y que se trajera de nuevo a cuentas los salarios de la Universidad de Costa Rica (UCR) de octubre del año pasado publicado por este medio desde diciembre anterior.
Los datos que se han conocido son los reportados por el ICE y la UCR al Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Sin embargo el ICE dijo que están “manipulados” y que son omisos, y la UCR señaló las conclusiones como “equívocas”. ¿De quién es el error, de la Caja que recibe la información o de la UCR y el ICE que envían los datos?
En medio de la indignación de la opinión pública, salen al paso y se suman a la defensa de los privilegios los movimientos sindicales en un grito para “defenderse” de lo que llaman una “campaña” contra el empleo público. El rector del principal centro de educación superior, Henning Jensen, también facilitó una planilla, la del junio 2014, para asegurar que los salarios no eran los reportados al Sicere. El documento contiene la calificación de puestos, el salario bruto y los años de servicio.
Distintas jornadas
La planilla es de 9.236 funcionarios según dijo el Vicerrector de Administración. En el caso de la tabla aportada por rectoría se anotaron 9.233. De esos casi el 3% trabajan más de la jornada completa.
Se reporta una jornada de 1,001 para un “profesor interino licenciado” con 14 años de trabajar en la “U” que gana ¢1.432.982. Por otro lado hay 22 funcionarios con jornada de 1,125 (tiempo y un octavo) que implica el pago de poco más de ¢37 millones al mes.
Luego hay otros cinco empleados con 1,188 de tiempo, y devengan más de ocho millones en total. Y el grupo más amplio de esta porción que trabaja más de un tiempo completo, lo hacen por jornada y un cuarto (1,250). Son 231 trabajadores que devienen entre todos ¢518,5 millones.
En ese grupo todos son profesores, con mayoría de interinos, que ganan desde ¢579.813 hasta ¢5.953.318; pero también catedráticos. El de más alto salario – también de toda la U – recibe ¢7,3 millones. Las diferencias radican en el escalafón salarial particular de la UCR. Hay algunos que tienen un año de laborar y otros más de 30.
Escala salarial en la UCR
- Salario base de un profesor interino bachiller o sin título + 80% del mismo según la escala salarial vigente
- Escalafón: 3% sobre el salario base (aumento anual por experiencia laboral)
- Anualidad: 5.5% (porcentaje a partir del año 2010) corresponde a un aumento anual por cada año completo de servicio.
Además, si los profesores reúnen los requisitos pueden optar por:
- Pasos académicos: 4% sobre el salario base (Todo docente con una dedicación global o combinación de jornada y horas mayor o igual a un cuarto de tiempo completo podrá obtener pasos académicos por méritos acumulados en su categoría)
- Dedicación Exclusiva: 30% sobre el salario base (sobresueldo por laborar tiempo completo con la institución)
Fuente: Oficina de Recursos Humanos UCR
Mezcla de montos

El rector Henning Jensen, el director de la Oficina de Recursos Humanos Carlos Arrieta, el director del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas y el secretario del Sindicato de Empleados Raúl Rojas se unieron en la voz contra analizar salarios. (CRH)
Según los años dentro de la institución, quien más reporta salario son cuatro profesores catedráticos, que superan los ¢7,3 millones de colones. El rector Jensen está un poco más abajo con ¢7,2 millones.
Luego aparecen más catedráticos, un vicerrector y un decano ganan entre seis y siete millones por mes. Quienes menos ganan son los docentes interinos, técnicos y operativos.
Pero es difícil agrupar a las personas en un análisis básico, por la cantidad de personas y el hecho de que cada uno tiene condiciones distintas, para aplicar a los pluses. El empleado que menos gana recibe un salario de ¢13.818, es un profesor interino licenciado, con un octavo de tiempo y dos años de relación con la entidad.
De acuerdo con dicho reporte de junio, la mayoría de los empleados – el 57% que equivale a 5.287 – tienen un salario inferior al millón de colones. Eso si, tres de cada 50, un total de 1.410 empleados, ganan más de dos millones de colones.
Años de carrera
Se nota una predominancia de funcionarios con 10 años o menos (primera parte del área del gráfico). Hay 696 personas con un año en funciones, que implica el pago de poco más de ¢197 millones.
Sin embargo hay una importante cantidad – 3.848 – de personas con entre 10 y 30 años de trabajar para la UCR.
Tras un análisis de los datos, se observa que 142 trabajadores con 30 años de antigüedad implica el pago de ¢338,2 millones. Esto es un dato aislado, pues dentro de ese grupo hay distinta clase de funcionarios, con distintos montos salariales.
Eso si tome en cuenta que según el escalafón de la entidad se recibe una anualidad de 5,5% por cada uno de esos años.
Decenas de categorías
Igualmente una de las razones por las cuales el encargado de recursos humanos de la UCR dijo que la planilla es compleja en su estudio. Efectivamente lo es. Según la tabla con 9.233 celdas de individuos que aportó Rectoría, hay 66 categorías de puestos. crhoy.com tamizó a una nueva categorización.
Así cuatro tipo de profesionales se unen en una sola, lo mismo para casi 40 categorías de profesores. Para que se de un ejemplo hay categorías de profesores catedráticos, interinos, adjuntos y subcategorías en esas.
Carlos Arrieta, director de la Oficina de Recursos Humanos, aseguró que no se pueden hacer generalizaciones.
Además aclaro que un caso de un pago alto, puede implicar que gane por distintos rubros y labores.
Propuesta de diputada
La diputada Sandra Piszk mantiene una propuesta para regular los pluses salariales de las entidades públicas, antes las grandes diferencias de una a otra. Es el caso de las anualidades en la UCR llega al 5,5%, mientras que en otras instituciones es del 1,5%. Pero sobre todo insiste en que se con base en evaluaciones más detalladas.
Para presentar su proyecto de ley, la exministra de Trabajo analizó parte de la realidad del centro educativo. Este basa su forma de pagar en seis ordenamientos. Son la convención colectiva, el Estatuto Orgánico (de 1974), Regulaciones del Régimen Salarial Académico, Normas par la Asignación de Complementos Salariales, Normas que Regulan el Régimen de Dedicación Exclusiva y un reglamento más.
Son seis normativas que aumentaron los pluses durante el paso de los años y ahora dificulta una rebaja significativa. El Rector Jensen ha insistido que cada pago está cobijado en la ley y sobre todo ha defendido que son merecidos ante distintos “logros” de los funcionarios como hacer investigación o distintos niveles académicos.
Otto Guevara ha reiterado que la UCR puede meter tijera a los pluses de anualidad, recortando el presupuesto y dando solo
Exministro de Educación: son absurdas e insostenibles

Leonardo Garnier, exministro de Educación, alertó de la insostenibilidad de los pluses (Archivo CRH)
El exministro de Educación, Leonardo Garnier, aseguró en su página en Facebook que las anualidades son “absurdas e insostenibles”. El economista mencionó que las mismas no responden al aporte del funcionario a la institución.
“No tiene que ver con mejoras en su calificación, en sus atestados, en sus estudios o en la calidad de su trabajo…sino tan solo con su antigüedad, con el mero paso del tiempo.
Alguien podría pensar que el paso del tiempo nos convierte en mejores funcionarios pero no es cierto: el paso del tiempo nos da tanto ventajas… como desventajas: tenemos más experiencia y conocemos mejor la institución – es cierto – pero perdemos la energía y la frescura de los primeros años, nos acomodamos – también es cierto”, afirmó.
Pero además hizo un análisis financiero, al mencionar que no responde a las necesidades de los funcionarios veteranos, pues es en la época más joven donde se deben enfrentar necesidades más amplias.
Asimismo dijo que son un mal incentivo, pues para poder pagar altas anualidades, las instituciones se ven obligadas a mantener salarios base relativamente bajos. “Esto castiga a los profesionales jóvenes, que difícilmente se ven atraídos por esos bajos salarios de entrada”, agregó.
Para Garnier lo más grave es que son insostenibles y aseguró que quebrarán a las instituciones, con un 5,5% de anualidad como la Caja y la UCR.
“Esto hace que los salarios aumenten en 50% cada 9 años en términos reales (más la inflación) – sólo por el concepto de anualidad”, apuntó.
Se basó en datos del la Oficina de Planificación de la Educación Superior y el Consejo Nacional de Rectores para señalar que cuando al costo de las anualidades se agregan los otros pluses, el aumento en el costo real de la planilla de la UCR – sin inflación – es de un 8% anual.
“Esto quiere decir que sin contratar un solo funcionario más, la Universidad debe pagar un 8% más por su planilla cada año (más la inflación). En pocas palabras, esto quiere decir que el costo de la planilla se duplica cada diez años ¡en términos reales!”, alertó Garnier.
En un mar complejo de datos, que la UCR no ha analizado aún para pensar en rebajas, la discusión sube de tono.



