Pueden ser un atractivo turístico durante los fines de semana o una linda vista desde alguna parte del Valle Central, sin embargo, las eólicas de Santa Ana no son más que pérdidas millonarias para la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (Cnfl), según un informe de la Contraloría General de la República revelado este miércoles.
En 2013 y 2014, este proyecto dejó pérdidas superiores a los $2 millones porque el precio de venta es inferior al de producción. Además, este proyecto tampoco representa un ahorro por concepto de compra de energía al ICE, pues más bien se pagó casi $4 millones más.
La Cnfl solo produce el 11% de la energía que comercializa a sus más de 500 mil clientes.
Falta de planificación, errores en cálculos y decisiones apresuradas marcaron condiciones irreversibles en el proyecto.
“(…) los yerros cometidos por la Administración de la CNFL S.A. en este Proyecto, continuarán teniendo consecuencias en sus finanzas, dadas las condiciones irreversibles ya descritas (..)”, señaló la CGR.
La Contraloría no desestimó los beneficios ambientales del proyecto, pero esa variable no es suficiente para este tipo inversiones.
“La energía producida en el Parque Eólico Valle Central no es competitiva ni reducirá los costos de la electricidad para la CNFL S.A. o de las tarifas a sus abonados, el alto costo de la producción supera el precio promedio al que vende la energía y casi duplica el precio promedio al cual compra al Instituto Costarricense de Electricidad”, concluye el informe.
Decisiones caras
Entre la documentación que revisó la Contraloría, se detectó que el proyecto no incluye la información básica que sustente su existencia; tampoco identifica el problema o necesidad a satisfacer que le da origen, el objetivo general ni las metas esperadas.
En 2007 la Cnfl, contó con un estudio sobre las mediciones de viento en el sitio del Proyecto, realizado por Energy research Centre of the Netherlands.
Este estudio permitió determinar que la producción de energía estaría un 15% por debajo de los 40,7 GWh inicialmente estimados, y proyectó un valor de aproximadamente 34 GWh anuales, congruente con la producción reportada en 2014.
Sobre los flujos de ingresos proyectados al inicio del proyecto, la Contraloría consideró que dichos datos no eran confiables porque se tomó como referencia la medición anual de una de las estaciones y no de una adicional, como lo dictan las buenas prácticas internacionales en proyectos de este tipo.
Entre otros hallazgos se encuentra que el proyecto costó 2.5 veces que el presupuesto inicial.
Para el financiamiento solo se evaluó al Banco Centroamericano de Integración Económica (Bcie) sin que se analizaran otros créditos internos o externos.
En 2005, se firma un convenio con el Bcie y se conforma una sociedad entre el organismo regional y la Cnfl. Sin embargo, en 2013, la sociedad debió solicitar un crédito sindicado al Banco Nacional por $44 millones para reducir el costo financiero del proyecto a mayor plazo.
La Contraloría señaló que el crédito sindicado no mejoró los indicadores financieros y tampoco garantizó la rentabilidad esperada.
Otra de las decisiones apresuradas fue la elección del terreno, pues si bien se realizaron los estudios en ese espacio, no se efectuó ese mismo análisis en otros 7 terrenos que se valoraron al inicio. Además, el espacio elegido se trató de un terreno complejo por las pendientes.
Energía eólica es rentable, pero esta no
Para Jorge Blanco, director del área de generación de la Cnfl, los proyectos eólicos sí son rentables, aunque este no sea el caso. Según él, esto se debe a que “a las empresas de Estado se las ponen cuesta arriba”.
Blanco, quien tiene tres meses en su cargo, aseguró que las metas de producción con los datos reales y no con los que se estimó el proyecto, sí se cumplirán este año.
Para 2015, se estima que el proyecto produzca 32 GWh, una producción superior a la meta estimada para este año que es de 28 GWh.
Blanco aseguró que la producción de proyectos eólicos varía con los años, “no todos los años,los vientos se comportan igual”, dijo.
El funcionario prefirió no referirse a las decisiones tomadas en el pasado, pero tampoco refuta los datos de la CGR que fueron tomados de la misma Compañía.
El gerente general de la Cnfl, Víctor Solís, no dio declaraciones a este medio, sino que se limitó a remitir un comunicado de prensa donde asegura que cumplirá las disposiciones de la Contraloría.
El órgano contralor ordenó al gerente general de la compañía, Víctor Solís, analizar la situación financiera del proyecto, considerando la energía producida, los costos de operación y mantenimiento, así como, el costo de oportunidad asociado a su operación.
La Cnfl enfrenta una dura situación financiera y de endeudamiento, revelaciones que también evidenció la Contraloría.
Por esta serie de infortunios, la Cnfl decidió detener los proyectos de generación eléctrica San Buenaventura y Ciruelas, pues los estudios de factibilidad no reflejaban una rentabilidad
contundente, según informó la institución.