(Brasil). EFE
A lo mejor usted ya se imagina subido al lado del “profe” en el avión hacia Brasil, o quizá haciendo mejores pasos de samba que los del seleccionado Celso Borges desde el aeropuerto… y para que esto se haga realidad está haciendo lo que le piden: comprar (por cantidades industriales) “x” producto, activar códigos de periódicos, pagar sólo con tarjeta, pero ¿conoce bien lo que le ofrecen o sólo está regalando sus datos personales a otras empresas?
La clave para la confiabilidad de este tipo de concursos está en sus manos; ya que con sólo leer el reglamento de la promoción o del concurso, usted podrá conocer detalles como las condiciones para participar, la manera en que se rifará o se elegirá al ganador, entre otros detalles.
De acuerdo con Cinthya Zapata, de la Oficina de Defensa del Consumidor, asegura que en muchos casos las personas no saben las condiciones. Por ejemplo creen que con sólo participar tendrán en sus manos un tiquete para ver un partido en el Mundial, cuando la promesa de quien hace el concurso es un pasaje a Brasil. En otros casos, participan y no cumplen con requisitos, si resultan ganadores; como por ejemplo no cuentan con pasaporte o no tienen visa.
“Lo primero es entender muy bien el alcance de la promoción. Tiene que quedar muy claro ese tema en la publicidad, adicionalmente cualquier restricción que tenga el consumidor para poder acceder a este tipo de promoción tiene que quedar muy establecido, de modo que el consumidor sepa a qué atenerse. Generalmente las promociones están referidas a un reglamento entonces es bueno que el consumidor entienda muy bien los términos de esas reglas, explicó Zapata.
Quienes participan deben acudir al reglamento como si fuera un escudo en caso de requerir defenderse. Según Zapata, la oficina ha analizado la publicidad y ha constatado que en muchos casos sí refiere a un reglamento que está disponible ya sea en línea o en otro formato de consulta.
“El reglamento debe ser fácil de entender, debe tener actualizada la información para que sea de fácil consulta de los consumidores”, añadió.
Quienes no encuentren la información se les insta que planteen la respectiva queja por medio de la línea del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (Meic) 800 consumo (800- 2667- 866) o enviar su inconformidad a través de la página web: www.meic.go.cr, en donde aseguran que se les contestará de manera inmediata.
¿Y en el caso de sorteos?
Para que no gane “la amiga de la sobrina del dueño de la empresa”, o si las rifas generan dudas porque no se supo la forma cómo se eligió al vencedor, se está establecido que la adjudicación de premios se debe realizar ante un notario público.
“La regulación sí establece que todo el mecanismo la empresa hace la adjudicación de los premios. Tienen que ser ante notario público o acto público de modo tal que el consumidor pueda pedir la información, porque esto es parte de la transparencia. El participante puede solicitar el acto público o del cual se ha levantado un documento con fe pública en el que se hizo la rifa para que no quede ninguna duda sobre la transparencia de cómo se hizo el sorteo”, advirtió Zapata.
Así que ya está advertido, antes de participar y gastar dinero en la compra de productos que lo llevarán al Mundial de Brasil, es mejor que lea la letra menuda de los reglamentos para así evitar confusiones.