Entre las profundidades marinas y la belleza azulada del pacífico costarricense la presencia de tiburones punta blanca, rayas látigo, móbulas y mantas cautivaron en el último conteo de mantas y tiburones llevado a cabo por la organización Misión Tiburón, que podría rondar de 45 a 50 especies.
Este consistió en el segundo conteo anual y se llevó a cabo en isla del Caño, pacífico sur del país. Para los próximos días se espera que playas del Coco, en Guanacaste, sean escenario del siguiente conteo. Lo característico de este evento es que no solo forman parte biológos, también van dentistas, ingenieros y hasta estudiantes.
“Estamos recopilando los datos, como participaron diferentes buzos nos ha ido llegando la información poco a poco. Participaron cerca de 20 buzos profesionales y se avistaron tiburones punta blanca, pero más que todo rayas, como las mobulas y las mantas gigantes”, explicó Andrés López, funcionario de Misión Tiburón.
Con respecto al año pasado López explicó que afortunadamente encontraron el sitio con condiciones similares en esta oportunidad, lo que permitió un desarrollo del conteo tomando los parámetros que se usaron durante 2012.
“El comportamiento del conteo fue similar en todo sentido. Fuimos en dos embarcaciones diferentes para abarcar más área de la isla del Caño. En términos generales podemos decir que las especies son las mismas que vimos, aunque el año pasado no vimos mantas”, describió el biólogo.
Los grupos de conteo fueron divididos según la función de los buzos. Al ser zonas pertenecientes a una zona biológica, donde no se pesca, conservan cierta estabilidad. Eso se ve reflejado en especies, como los tiburones punta blanca.
“El tiburón punta blanca es una especie muy local, prácticamente la pesca si fuera ilegal no lo afectaría mucho. La temperatura estuvo estable, entre los 28 y 29 grados, la especie más abundante vista fueron los punta blanca, debido a la calidez de las aguas”, describió López.
Lo contrario podría suceder en playas del Coco, donde se espera que las temperaturas sean menos cálidas, debido a la influencia de los vientos provenientes del norte del continente.
“Posiblemente aquí la especie que más se vea sea otra, como pasó el año pasado, donde destacaron las mobulas y las rayas látigo (…) siempre es bueno llevar conteos de los tiburones y las rayas que habitan los sitios de buceo más visitados de Costa Rica”, determinó el funcionario.
Cantidad en análisis
Todavía no se tiene el número concreto de especies contabilizadas, aunque se estima que pueden rondar los 45, similar número que tuvo como resultado el conteo del año pasado en isla del Caño.
“Uno de nuestros objetivos es que también haya gente que lleve el mensaje a diferentes sectores (…) el año pasado igual a este se hicieron dos conteos, ahora viene el próximo en playas del Coco y la idea es involucrar buzos que quieran participar”, dijo López.
A cada participante se le entrega equipo especializado para el conteo y la notificación de las especies que se avistan. Los datos van desde el sexo, la profundidad donde fue localizada, la temperatura del agua y la presencia de corrientes.
Esta organización también trabaja en el marcaje de tiburones en distintas áreas costeras del país, lo cual ha llevado consigo un proceso de capacitación que involucra a funcionarios del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) y el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).