Alcohol, sexo y drogas son de todos los días en la vida de los estudiantes de nuestro país. Imagen tomada de Internet.
El crimen organizado tiene un mercado meta muy particular que se encuentra en los centros educativos de nuestro país: la exposición que tienen los adolescentes en temas relacionados con el alcohol y drogas es ahora mayor y resulta cosa de “todos los días”, según los especialistas.
De acuerdo con uno de los representantes del Colegio de Orientadores, Luis Emilio Paniagua, se ha estado trabajando con los estudiantes de todo el territorio nacional porque saben que existen peligros ante la presencia de grupos que mueven droga a nivel internacional.
“Hay una preocupación muy grande porque el crimen organizado puso sus ojos sobre la juventud y principalmente en los adolescentes, que están dentro de los centros educativos. La cantidad de droga que los carteles internacionales mueve es cada vez mayor. El mercado meta de ellos son los centros educativos y aprovechan que los jóvenes participan en fiestas o actividades donde consumen alcohol y drogas,” explicó Paniagua.
La problemática es a nivel nacional
Sobre esta situación, la psicóloga y jefa de la Contraloría de Derechos Humanos del Ministerio de Educación Pública, Rocío Solís, destacó que el problema no es solo en el Valle Central y que tanto las zonas urbanas como rurales están expuestas. Indicó que el consumo de drogas lleva, con frecuencia, a que los jóvenes mantengan relaciones sexuales sin saber cómo ni con quién.
“La problemática del alcohol, la droga y todos los que se dan en la niñez y adolescencia se dan en todo el país. Las denuncias que recibo desde mi oficina podemos ver que no está solo el Área Metropolitana, sino que está todo el país incluido, por lo que hay que reforzar las acciones desde la entidad para hacerle frente a dicho problema,” explicó Solís.
Imagen ilustrativa.
De acuerdo con la psicóloga y jefa de la Contraloría de Derechos Humanos del MEP, es responsabilidad de cada centro educativo llevar el control de las actividades que organizan o aquellas a las que acuden los estudiantes.
“Es responsabilidad de cada centro educativo. Deben llamar a los padres de familia y hacerles conciencia y trabajar con los estudiantes para recordarles que aunque no estén en horas lectivas deben tener claro que representan a una institución como tal. Pero sobre todo la llamada de atención es para los padres de familia, y dependiendo de la situación se le puede aplicar algún tipo de sanción al menor y -más aún- si el joven está incurriendo en un delito, se aplica la Ley Penal Juvenil,” destacó Solís.
Sanciones con multas o penas cárcel
Ante esta situación, existe un proyecto de ley que busca sancionar, ya sea con una multa o con penas de cárcel, las actividades donde se le dé drogas lícitas e ilícitas a menores de edad, e incluso se está tomando en cuenta a los padres que también incurran en este error.
Sobre dicho proyecto, la Presidenta designada del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Ana Teresa León, expresó estar totalmente de acuerdo con el mismo, e incluso aseguró que este problema es de su conocimiento desde hace diez años, cuando trabajó en esta entidad.
“Creo que sí se requiere legislación al respecto. Lo que se ha estado encontrando últimamente en las investigaciones es que la población adolescente tiene dificultades de carácter cognitivo para comprender situaciones de riesgo, por lo que es muy difícil para ellos medir las consecuencias cuando están expuestos a esas sustancias. Eso hace que sea necesaria una regulación, con el agravante que el acceso se está dando a edades más bajas. Hay que sancionar a quien provea (drogas) a menores de edad, como pasa con el cigarrillo,” explicó León.
“Los padres y madres de familia necesitan conocer sobre el adolescente, sobre cómo poner límites apropiados, por lo que eso podría ayudar a actuar adecuadamente. Tenemos que enseñar a las familias los riesgos. A mí me preocupa esta situación, este es un tema de discusión muy complejo, se supone que el adulto debería darle al adolescente más derechos, pero más responsabilidades, si tengo derecho ir a una fiesta cuál es mi responsabilidad,” manifestó León.