
Las personas llegan a vincularse tanto con los animales por la fidelidad. Imagen tomada de www.tuclosetmicloset.com.
Perder a un ser querido es uno de los episodios más dolorosos en la vida, esto sin importar si es una persona o una mascota por el apego, el amor y los años que se comparten junto a ellos.
En los últimos meses se ha observado una nueva tendencia, donde las personas están buscando ayuda de especialistas para enfrentar la muerte de sus animales.
La psicóloga clínica Dra. Eugenia Ocampo, asegura que las personas no admiten que se muera su mascota y cuando se empieza a ahondar en los pacientes se encuentran con la sorpresa que hay depresiones y situaciones por el vacío que dejan sus fieles mascotas. Ocampo asegura que una de las maneras de trabajar este tema es analizar las mejores cualidades de los animales.
De acuerdo con la especialista, el no dar la importancia que merece la pérdida del animal, luego de tener un vínculo muy importante con éste, puede ser muy peligroso para la persona, por lo que un dueño no resuelto o un tema inconcluso puede llevar a la depresión.
“Son casos muy particulares, porque no hay odios ni resentimientos en las personas porque las mascotas nunca hicieron daño, todo lo contrario. Ayuda mucho darnos cuenta que fueron animalitos de los cuales pudimos haber aprendido mucho, por ejemplo en uno de los casos la paciente decía que su mascota era muy valiente, muy intrépido, un aventurero y es ahí donde ella misma se da cuenta que eso era lo que le gustaba de él porque a ella le faltaba ser así, ella era una persona que sufría mucha depresión y empezamos a trabajar sobre la figura del animal y logró aprender de su mascota,” explicó la Dra. Ocampo.
“Lo veía como mi hijo”
Adriana Porras perdió a su mascota, un cachorrito llamado Canelo, hace cuatro meses y según ella, fue un día “terrible” ya que ese mismo día su hermano celebraba su cumpleaños número 12 y debió cancelar la celebración que tenía en horas de la tarde porque estaba “destrozado”.
“El tema del perrito no se quería tocar en mi casa, cada vez que yo lo hablaba lloraba. Lo hemos estado tratando y ahora lo recordamos sin dolor. Mis papás ya asimilan la pérdida, pero a mi hermanito y a mi nos costó mucho, de hecho el día de hoy nos encontramos ropita de Canelo y da nostalgia que ya no esté,” dijo esta vecina de Heredia, quien agregó que ellos siempre tomaban en cuenta a la mascota, incluso cuando salían de paseo.
Hoy Adriana destaca las cualidades de Canelo, quien formó parte de su familia durante un año. “Nos apegamos mucho, fue un golpe bastante fuerte cuando faltó en la casa. Murió atropellado, vivimos en un residencial y de un pronto a otro se escapó y en cuestión de un segundo pasó un carro y lo atropelló, esa persona se dio a la fuga incluso.”
Para toda la familia fue un día muy triste y asegura que el duelo se prolongó durante un mes, que luego de ese tiempo tomaron fuerza y aceptaron que la situación pasó, pero siempre con mucho dolor.
Tras varios meses de terapias, hasta ahora su familia valora la posibilidad de tener otra mascota.
“Hemos pensado en tener otro, pero siempre le encontramos un defecto. Canelo nos despertó un sentimiento que nunca antes lo habíamos experimentado. Antes para mi el tener una mascota era como tenerlo y ya, pero ahora con Canelo era como si fuera mi hijo, yo me preocupaba si tenía comida, si tenía frío, que estuviera bien en la noche o en el día, que no le faltara nada, por lo que fue un apego emocional, y nos costó mucho superar (su muerte)” destacó.
“Tratamos de hacer todo igual, yo tenía compromisos a los cuales no quería ir, pero iba, no me iban a excusar porque la gente no ve este tipo de dolor como un dolor significativo, lo ven como una payasada. Muchos no le daban la importancia que yo le daba a esta pérdida, ellos no se daban cuenta que sí estábamos pasando por un duelo,” concluyó.
La Dra. Ocampo manifestó que “con estos pacientes podemos trabajar en unas seis sesiones, con una terapia estructurada, donde por medio las fotografías de los animales hablamos y analizamos lo que fue esa mascota en sus vidas. Según estudios, se llega a querer tanto a las mascotas porque las personas llegan a creer que nunca serán traicionados por ellas, es el sentir que puede amar y nunca los va a lastimar,” explicó.