La Refinadora Costarricense de Petróleo (RECOPE) tiene interés de continuar con el proyecto de modernización de la Refinería en Moín, por lo que busca renegociar los términos con el Gobierno de la República Popular de China, pese a que la Contraloría General de la República (CGR) detalló, en su último informe de la evaluación fiscal y presupuestaria, que no hay justificación para la obra.
De acuerdo con los encargados de prensa de la entidad, RECOPE viene desde hace varios días trabajando en los términos en que se planteará la renegociación del proyecto con el Gobierno de China. Eso cual incluye aspectos de orden técnico, legal, financiero y ambiental, “así como otras aristas importantes”. Esto pese a que Sara Salazar, presidente ejecutiva de la empresa estatal, afirmó meses atrás que analizarían la propuesta antes de tomar la decisión de continuar.
Las autoridades señalan que tras la reunión que sostuvo el Presidente de Costa Rica con el presidente de China, Xi Jin- Ping, se estableció un plazo de cinco meses para realizar la evaluación del proyecto, documentos y contratos suscritos e iniciar conversaciones.
“De acuerdo con lo establecido por el mandatario Luis Guillermo Solís, en estos meses el ministro Carlos Segnini (Mopt), trabajará en la revisión de lo que corresponde a la Ruta 32, mientras que en el tema de la refinería lo que se hará es una renegociación, en la cual participará la Ing. Sara Salazar y su homólogo en China. En ambos casos se requiere la coordinación con la Cancillería”, dicta el correo electrónico enviado por RECOPE ante consulta de este medio.
Salazar, por su parte, se había comprometido a analizar la apelación interpuesta ante el Tribunal Contencioso Administrativo contra la Contraloría por determinar que el proyecto no tenía viabilidad en junio del 2013. La demanda fue puesta por la junta directiva anterior, pero la actual jerarca no la ha retirado.
La Contraloría determinó que el estudio de factibilidad de la obra, que determinó la rentabilidad del proyecto, estaba viciado, debido a que la compañía pertenece al mismo grupo económico que CNPCI, empresa contratada para la construcción de la obra.
En el 2013 se frenaron todos los procesos, pero las autoridades de Recope empezaron a trabajar en la apelación que presentaron tiempo después. Una vez hecho el cambio de administración y cuando asumió el presidente Luis Guillermo Solís (quien criticó fuertemente el proyecto en campaña) se esperaba el retiro de la demanda. Pero no fue así.
En su más reciente informe, la Contraloría plantea que le preocupa el desarrollo del Proyecto de Modernización y Ampliación de la refinería ante las debilidades apuntadas hace dos años y que no han sido subsanadas.
“Al respecto, los estudios que sustentan la fase de pre-inversión del Proyecto no permiten demostrar y sustentar la rentabilidad esperada para RECOPE ni reúnen las condiciones necesarias para sustentar la decisión de continuar con el desarrollo del citado Proyecto. Por lo indicado, se dispuso a RECOPE abstenerse de utilizar los estudios de cita; contra lo cual, dicha Refinadora presentó demanda en el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda que está pendiente de resolución”, dicta el proyecto.