Niños entre cinco y nueve años de edad ya piensan en quitarse la vida por culpa del bullying y maltrato. Imagen tomada de taringa.com
Con pocas experiencias de vida, a una corta edad, donde apenas están descubriendo el mundo, los juegos y la diversión, los menores entre los cinco y 14 años de edad ya están intentando quitarse la vida.
De acuerdo con la Coordinadora Nacional de Psicología de la Caja Costarricense de Seguro Social, Dra. Martha Vindas, no se puede descartar que en nuestro país los menores con esas edades se encuentren deprimidos, por lo que esto va muy ligado a pensar en la autoeliminación.
“Esto está muy relacionado con situaciones de violencia familiar y de abuso, básicamente el suicidio en niños pequeños no está muy claro, todavía no hay procesos racionales ni cognitivos, pero sí puede estar relacionado con tristeza o con cualquier otro tipo de abuso,” explicó la Dra. Vindas.
Los datos de Vigilancia de la Salud señalan que este año ya se presentaron 02 intentos de suicidio en niños entre los 05 y 09 años de edad, mientras que en la población entre los 10 y 14 años de edad se registran 62 y entre los 15 y 19 años, un total de 123.
Por su parte el director de la Secretaría Técnica de Salud Mental, Dr. Allan Rímola, explicó que el factor de violencia intrafamiliar es el más presente en estos casos.
“La violencia en los hogares es lo que más afecta en los niños, pero conforme van creciendo, el bullying se convierte en uno de los problemas que más afecta a los niños,” manifestó el Dr. Rímola.
Además de esto, los medios de difusión se convierten en la ventana para que los niños puedan empezar a tener contacto con esos aspectos más oscuros.
“Se puede asociar con los medios de comunicación e incluso las fábulas, porque ellos todavía están en ese tipo de pensamiento, no han pasado a pensamiento abstracto, por lo que lo que ellos ven en las fábulas es real, ellos no pueden hacer esa diferencia de lo ficticio y lo real,” explicó la Dra. Vindas.
Signos de alerta
De acuerdo con el Dr. Rímola, cuando una persona intenta suicidarse es porque lo ha pensado antes, por lo que se han dado signos de alerta de manera previa al acto.
Niños y adolescentes utilizan medicamentos y plaguicidas para quitarse la vida. Imagen tomada de elfindelmundoseacerca.com
“Siempre es bueno estar observando a los niños, ya que la persona tiende a aislarse de sus familiares y amigos, además las alegrías familiares no motivan al niño, presenta una conducta atípica, a un niño se le da un juguete y se pone muy feliz, pero hay otros que no se ponen feliz. Incluso se puede presentar condiciones de agresión que deben ser vigilados. La población de la niñez y adolescencia es ahora la más vulnerable,” explicó.
En cuanto a los métodos que los niños y adolescentes utilizan para tratar de quitarse la vida son muy similares a los de la población adulta.
“En los niños encontramos el método del envenenamiento, como plaguicidas y uso de medicamentos, por lo que es importante tomar eso en cuenta, considero que es porque ellos creen que es menos doloroso,” comentó.
El año pasado se registraron 888 intentos de suicidio y ya para este año, con corte de agosto, se contabilizan 625, por lo que podría presentarse un aumento de los casos.
Sin ganas de vivir
Solo en el 2013, el CNCI recibió 1.848 casos por tentativa de suicidio, de los cuales 518 se presentaron con personas de edades entre 5 y 19 años, casos que van en aumento año con año, según Ana Elvira Salas, directora del centro. “La tentativa de suicidio es algo que viene incrementándose año con año, es una problemática que se puede puntualizar perfectamente dentro de las causas. Nos pasó de estar en un tercero o cuarto lugar, a pasar a un segundo lugar (…) por razones amorosas, de dinero, de imagen, por cuestiones familiares, de padres divorciados o separados, del papá que no me ve, de que yo no soy tan bonito, que no tengo la ropa que yo quiero, de que mi mamá no me puede dar el dinero que tiene para comprarme la ropa de marca, que no me dejaron tener novio a los 11 años, que no me dejaron ir a un baile, en ese orden es como más o menos los recibimos”, explicó Salas.
Consultados al respecto, dos expertos en psicología concuerdan en que para muchos, esta es la mejor manera de librarse de los problemas, mientras que para los niños en edades más tempranas, no saben qué están haciendo porque les han pintado la muerte como algo bonito.
“Lo importante es diferenciar las edades, hasta los ocho o nueve años más allá de un intento suicida real, es una gran imprudencia porque hasta esa edad no han consolidado lo que es el concepto de muerte como lo entendemos los adultos, después de los 10 años cambia mucho la visión porque hay más conciencia de todo lo que repercute, se cataloga como un acto de impulsividad ya de 12 años en adelante son más los casos”, aseguró Rodrigo Romo, psicólogo clínico.
El experto indicó que él ha atendido casos de menores con ideas suicidas, que aunque no lo llegan a efectuar, sí lo piensan, y eso depende mucho de la relación que existe con los padres y amigos cercanos, porque a su criterio, ellos siempre dan señales como pidiendo auxilio ante los problemas.
“Tiene que ver mucho con la capacidad de diálogo que tengamos con los niños, generalmente nos van a estar informando de un suicidio, es muy difícil pensar que no hubo señales, dentro del diálogo vienen con que ‘estoy cansado, ya no quiero seguir, nadie me quiere, nadie me entiende, no encajo’ cuestiones así muy de fondo y con el aislamiento, dejan de mostrar interés con los juguetes, la ropa, cosas que antes les llamaban la atención (…) son preocupaciones y motivos para sentirse inadaptados muy comunes (…) se reciben muchos casos de niños con problemas de desadaptación, con baja autoestima, inseguridades. Hay muchos que llegan con ideas suicidas, sin embargo no quiere decir que hay una planeación”, dijo Romo.
Pani también recibe llamadas de menores afirmando tener tendencias suicidas:
Paula Álvarez,psicóloga de la línea 1147 del Patronato Nacional de la Infancia (Pani) indicó que han recibido llamadas de adolescentes que afirman haber tenido conductas autolesivas, y que por problemas en sus hogares han pensado en suicidarse.
“Cuando indican eso (que se quieren suicidar) generalmente son conflictos a nivel de familia, se sienten incomprendidos, que sus padres no llenan las expectativas a nivel de afecto, no se sienten escuchados ni queridos. El adolescente llama cuando está en crisis, porque está desesperado y ya no sabe qué hacer (…) los escuchamos, de manera atenta, sin prejuicios de apoyo, de acompañamiento”, dijo Álvarez.
Según la psicóloga, la mayoría indica que esas conductas autodestructivas son que se empiezan a cortar, dejan de comer o a nivel de conducta cambian por completo, lo que antes les gustaba, ya no les atrae o bajan el rendimiento en sus calificaciones. “Los orientamos a la atención psicológica, médica (…) a veces nos dicen que ellos no les han contado nada a sus padres, cuando hay conflictos es porque la comunicación es deficiente, como hijos no son capaces de expresar lo que están sintiendo a sus padres, porque posiblemente alguna vez lo intentó y no le pusieron atención o lo minimizaron. Algunas veces hay otra situaciones de riesgo, como consumo de drogas, agresión física, abuso sexual, acoso escolar”, complementó la especialista.
Ambos especialistas recomiendan a los padres estar atentos a las necesidades de sus hijos y consultar ante cualquier comportamiento extraño o cambio drástico en su conducta.