La fuerte caída reportada en las exportaciones de bienes y servicios del 18%, incluyendo componentes electrónicos -cerca de 329,7 millones de dólares- en términos absolutos y en las importaciones del 17,17%: $512.3 millones provocó que el déficit comercial se redujera un 17%, en febrero del 2015, con respecto al mismo período del 2014.
Esto se debe, según la economista del Observatorio para la Coyuntura Económica de la Universidad Nacional (UNA), Roxana Morales, a la caída en las importaciones que ha sido significativa, principalmente, por la fuerte baja en la factura petrolera y provocó que el déficit de balanza comercial se disminuyera en $183.6 millones.
Esto provocará, según confirmó el jefe de Estrategia de Aldesa Valores, Hernán Varela, que se mantenga el tipo de cambio, ya que al reducirse el desequilibrio comercial, las necesidades de dólares son menores, lo que respalda la expectativa de que las presiones hacia la apreciación en el colón se mantengan.
La baja en las exportaciones, según Morales, se explica por el efecto de Intel, donde se presenta una caída tanto de las exportaciones como de las importaciones de dicha empresa.
Además, la importación de “combustibles y lubricantes” en enero del 2014, fue de $223.7 millones de dólares y en ese mismo período del 2015: $109.4 millones de dólares, es decir, esas importaciones cayeron un 51%.
El presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), Enrique Egloff, mencionó que el hecho de que Intel dejara de producir iba a provocar una baja en las exportaciones, pero que también está afectándolos el manejo de la política cambiaria muy enfocada al control de precios por parte del Banco Central de Costa Rica (BCCR) que afecta la competitividad de las ventas externas, principalmente, en las que van hacia Europa, porque mientras otras monedas se deprecian el colón se aprecia.
En contraparte
Para el ministro de Comercio Exterior, Alexander Mora, la reducción era de esperar y se había proyectado porque se iban a reducir las exportaciones de componentes electrónicos.
“La caída prevista de este rubro sería compensada en el total del 2015 por un crecimiento en las exportaciones industriales y agrícolas, además de un crecimiento sólido de las ventas externas de servicios”, destacó.
Es importante indicar –mencionó el jerarca- que las cifras de exportaciones de servicios son generadas por el Banco Central de Costa Rica (BCCR) con un rezago de tres meses, debido a la naturaleza de la metodología de balanza de pagos que se utiliza, razón por la cual las correspondientes al cierre del 2014 estarán disponibles hasta finales de marzo.
Sectores más afectados
Del lado de las exportaciones de bienes, las cifras muestran decrecimientos en este bimestre, en relación con el mismo período del año anterior son: cables eléctricos (-39%), textiles (-19%), jugos y concentrados de frutas (-36%), aceite de palma (-47%), banano (24%), piña (-15%), leche en polvo (-41%), filetes y demás carnes de pescado (-24%), pescado fresco refrigerado o en conserva (-22%) y yuca (-24%).
En contraste, los dispositivos médicos continúan liderando las exportaciones nacionales, al experimentar un crecimiento total de 49,5%, debido a que se registraron mayores envíos a Estados Unidos (+38%), Bélgica (+33%), Francia (+68%), Japón (+1.594%), Canadá (+678%) y China (+1.021%).
Otros bienes con incrementos importantes en el valor exportado son partes para emisores y receptores de televisión, radio y similares (+140%), café (+40%), melón (+19%), plantas ornamentales (+12%) y carne bovina (+56%).
El viceministro de Comercio Exterior, Jhon Fonseca Ordoñez, explicó que más allá del análisis de las cifras globales, es necesario realizar un análisis específico, producto por producto, para identificar las causas del comportamiento observado y para comprender si el mismo corresponde a algo transitorio o persistente, ocasional o recurrente, circunstancial o categórico.
“Una revisión detallada de las causas nos permite extraer una serie de lecciones valiosas, que confirman que cuanto menor sea la frecuencia del análisis, mayor será la probabilidad de que se presenten confusiones en la interpretación de los resultados, porque se tiende a sobredimensionar fluctuaciones normales y naturales en períodos cortos que no marcan una tendencia. Por ello, consideramos que un análisis más serio y sólido de las cifras requiere de un período de análisis de un trimestre como mínimo”, concluyó.