
El Presidente Luis Guillermo Solís es el mandatario peor evaluados por los costarricenses en los últimos 40 años, según la última encuesta de CID-Gallup (CRH).
El primer gobierno de Acción Ciudadana (PAC) dirigido por el presidente Luis Guillermo Solís atraviesa un “acelerado proceso de pérdida de legitimidad” que hace que el ejercicio de la función pública le sea más complejo a todo su equipo.
Y no solo eso, esta pérdida de legitimidad lo pone en una situación en la que hay una mayor resistencia de aprobación a sus políticas y que los niveles de negociación, de escucha y de aceptación de sus planes estén más del lado del resto de agentes políticos que del propio gobierno.
Así coincidieron politólogos consultados por crhoy.com sobre las consecuencias que traerá para el Ejecutivo la pérdida de confianza, expresada por la ciudadanía en los más recientes estudios de opinión de la Universidad de Costa Rica y de la firma encuestadora CID-Gallup.
La primera señala que ocho de cada diez ticos consideran que no ha habido ningún cambio y –peor todavía – la mayoría (el 60%) cree que Solís no cumplirá con nada de lo que prometió durante la campaña.
La de CID-Galup lo califica como el mandatario peor evaluado en los últimos 40 años. Los encuestados calificaron la gestión del Luis Guillermo Solís de la siguiente manera: ‘muy mal’ 22%, ‘algo mal’ igual porcentaje y un 11 % aprueba su trabajo. Según la encuesta, en setiembre del 2014 Solís Rivera tenía una 25% de aprobación, en enero bajó hasta el 3% y la caída libre llegó hasta los 30 puntos porcentuales negativos en el mes de mayo.
“Cuando los niveles de confianza decaen y cuando la Administración cae en niveles de no legitimidad, el grupo que apoya al gobierno es menor y eso hace que haya menos funcionarios dispuestos a dar la milla extra y a dar más de su empeño. También hay menos empresarios de los que habia antes dispuestos a arriesgar por el país y hace que grupos sociales estén a la expectativa para frenar propuestas”, dijo el politólogo Gustavo Araya sobre las consecuencias de estos números que él los cataloga como pérdida de legitimidad.
Para el politólogo Claudio Alpízar esto se debe a que en este primer año de gestión, los costarricenses se han encontrado con un Presidente y un gobierno “dubitativos y con temor a tomar decisiones”.
Agregó que los resultados de ambas encuestas son alarmantes.
“Que un presidente de la República y un gobierno hayan perdido el aprecio ciudadano en tan poco tiempo debería obligar de inmediato al gabinete -en general- y por supuesto a su líder, a un estado de emergencia”, dijo Alpízar.
El analista Carlos Carranza dijo que la caída de la imagen de Solís se dio de manera muy precipitada, si se toma en cuenta el caudal político de más de 1.320.000 votos con los que alcanzó la Presidencia en abril de 2014.
Dijo que a lo largo de estos 12 primeros meses, a la preocupación por los altos índices de desempleo y bajo crecimiento económico se sumaron las contradicciones en las que incurrió el gabinete y así como la falta de transparencia en el ejercicio de la función pública.
Para el experto en Ciencias Políticas, Francisco Barahona no todo está dicho. Si bien los números rojos afectan la credibilidad del gobierno, aseguró que estos se podrían revertir.
Eso sí, dijo que para lograrlo el Ejecutivo debe de definir su rumbo y el Presidente debe reconsiderar acerca de más cambios en su gabinete.
“El Presidente y el Gobierno están obligados a recuperarse”, dijo Barahona.
La foto del momento
Consultado sobre las encuestas de CID-Gallup y de la Universidad de Costa Rica, el Presidente reconoció que en este primer año de su gestión ha habido un desgaste.
Insistió en que dichos estudios de opinión son “una foto del momento” de la realidad política del país.
Dijo que las encuestas tienden también al error y que estas muestran los desafíos que tiene su Administración para responder a las demandas de los ciudadanos.