Hoy, hace exactamente un mes, gran parte del país se conmocionó por el primer nacimiento de sextillizos registrado en Costa Rica con la llegada de Emma, Tomás, Valentina, Diego, Andrés y Gabriel, un parto que fue calificado de alto riesgo, por lo que -con anticipación- las autoridades de salud prepararon todo un plan logístico para hacer frente a la situación.
Este parto también puso a prueba la fe de la familia conformada por Silvia Villegas y Juan Francisco González, una pareja que desde hacía diez años deseaba crecer en número y aunque lo lograron de la manera más inesperada, esa felicidad se combinó, con el paso de los días, con el dolor de perder a cuatro de los seis recién nacidos.
Para la abuela paterna de los pequeños, Aurora Navarro, el que Valentina y Gabriel sigan con vida es motivo de gran alegría para toda su familia. Ella asegura que la fe de todos sigue intacta, esperando tener a “sus muñequitos” en casa.
“Son lindos, preciosos, con rasgos similares a la familia. Son unos muñequitos que Dios los tiene acá -de momento- en este mundo y esperemos que por muchos años. ¡Dios primero y la Virgen que sea así!,” dijo Navarro.
Por su parte, la jefa de neonatología del Hospital de la Mujer, Dra. Alicia Boza, donde se encuentra Valentina desde hace un mes, dice que la niña es un ícono de la lucha por la vida.
Según la Dra. Boza, esta pequeña también dio una lección que se traduce en un llamado a las autoridades sanitarias sobre lo que hace falta por hacer para brindar inseminación artificial y Fertilización in Vitro (FIV) de manera regulada y segura.
“Valentina se encuentra mucho mejor que en días pasados, ella se está recuperando. Aunque está aumentando de peso con dificultad, ya que en ocasiones cuesta sacarlos de ciertos límites del peso, ahí va; ella sigue demostrando que sigue luchando y que está cada día mejor”, destacó la Dra. Boza, quien recalcó que la pequeña se alimenta con leche materna y cada vez ingiere más cantidad.
La directora a.i del Hospital Nacional de Niños, Dra. Olga Arguedas, coincide en que cada día que pasa Gabriel y Valentina se convierten en un regalo de Dios, una victoria. Eso sí, Arguedas recalcó que es obligatorio ser objetivos al saber que la condición médica de ambos es “muy delicada.”
Gabriel, el más pequeño de todos, “llevó la peor parte” ya que fue el último en nacer, sufrió estrés durante unos seis minutos mientras salía del vientre de su madre y debió ser reanimado, pero hoy, a pesar de esos pronósticos en contra, sigue luchando, y aunque continúa muy delicado, da la batalla cada día que pasa.
“La ciencia tiene sus limitaciones. En medicina no podemos hacer pronósticos con absoluta certeza porque hay una gran variación biológica de chiquito a chiquito y Gabriel ha sido un niño extraordinario. El haber logrado, con tantos elementos adversos, sobrevivir hasta el día de hoy, es un gran logro. Sin embargo, tenemos la obligación de decir que certeza, para hoy, no tenemos,” destacó.
La Dra. Arguedas además dijo que aunque la familia actuó por amor a la hora de hacer el procedimiento de inseminación artificial, motivados por el deseo de tener una familia, la experiencia ha sido un llamado al país a reflexionar sobre una serie de consideraciones bioéticas en el tema de la medicina reproductiva.
“De alguna manera, estos seis chiquitos le han hecho un aporte al país. Justamente ha sido crear este espacio de reflexión que era necesario para poner reglas y evitar en el futuro sucedan situaciones similares, como el reglamento del Colegio de Médicos, que yo creo que de toda adversidad siempre surge algo bueno,” manifestó.
Los niños que sentaron un precedente
El pasado 17 de mayo, Silvia empezó a tener contracciones. Su gran vientre, donde estaban sus seis hijos, ya no daba más. Las contracciones no se detuvieron por lo que los médicos tuvieron que preparar la cesárea donde poco a poco a poco sus pequeños hijos vieron la luz y empezaron a luchar para sobrevivir.
Diego fue el primero en perder la batalla, el pasado 20 de mayo sus pequeños pulmones y una falla en la circulación provocaron la triste noticia que conmovió a muchos. Murió en el Hospital San Juan de Dios.
Dos días después Emma, la primera en nacer, sufrió un paro cardio-respiratorio en el Hospital México,y no resistió por más esfuerzo de los especialistas.
Luego de ella, otra triste noticia fue anunciada por las autoridades de este centro médico, ya que Andrés, el quinto de los sextillizos, tuvo una falla en diversos órganos, como el corazón, riñón y cerebro. El niño también perdió la vida.
Una semana después, el 31 de mayo, Tomás terminó su valiente lucha tras sufrir un proceso infeccioso, un choque séptico.
Actualmente, Valentina y Gabriel siguen aferrados a la vida, respondiendo, según sus médicos y familiares, a las oraciones y buenos deseos de los costarricenses.